El país se prepara para un giro en las condiciones meteorológicas tras los desafíos provocados p or el fenómeno de El Niño, que ha dejado un rastro de sequía y preocupación en diversas regiones . Según los análisis del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), respaldados por el Ministerio de Ambiente, se anticipa un cambio en el panorama climático nacional.

Durante semanas, el sol ha dominado los cielos colombianos, pero las altas temperaturas y la falta de lluvias han generado incertidumbre sobre cuándo volverán las precipitaciones. Esta incertidumbre parece despejarse con las últimas proyecciones del Ideam, que sugieren un incremento del 10 % al 20 % en las lluvias como preámbulo al inminente arribo del fenómeno de La Niña.

El prolongado episodio del Niño ha impactado severamente los niveles de agua en los embalses del país, obligando a implementar medidas de restricción. Por ejemplo, el sistema de Chingaza, vital para el suministro hídrico de Bogotá, está apenas al 16,97 % de su capacidad, representando una reserva preocupante de apenas 48 millones de metros cúbicos.

La sequía, agravada por la ausencia de lluvias, ha llevado a que importantes embalses alcancen niveles críticos, como el caso del embalse San Rafael en Bogotá, que se encuentra cercano al 16 %. Esta situación alarmante subraya la urgencia de una respuesta climática favorable.

Lloverá pronto en Colombia

Afortunadamente, las proyecciones del Ideam ofrecen esperanza para el país. Se espera un retorno gradual de las lluvias, especialmente en las regiones amazónica y de la Orinoquía durante los meses de abril, mayo y junio, con patrones climáticos cercanos a los promedios históricos.

Para julio y agosto, tanto los modelos nacionales como internacionales pronostican aumentos significativos en las precipitaciones, superiores al 40 % en comparación con los promedios registrados entre 1991 y 2020, especialmente en las regiones Caribe y Andina.

Sin embargo, la transición hacia un fenómeno de La Niña es inminente, con una probabilidad cercana al 62% entre junio y agosto. Este cambio podría significar un segundo semestre marcado por fuertes lluvias en todo el territorio nacional.

En cuanto a los embalses, la Ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad, ha transmitido un mensaje de tranquilidad, asegurando que, una vez que El Niño se debilite, se espera una pronta transición hacia La Niña. Se espera que embalses clave, como los de Medellín, Montería y La Guajira, mantengan niveles adecuados para el suministro de agua.

¿Cuándo vuelven las lluvias a Bogotá?

En el caso particular de Bogotá, se prevé que los embalses comiencen a recuperarse a finales de abril y principios de mayo, coincidiendo con la llegada de La Niña, que se espera para el final del primer semestre del año. Estos cambios climáticos representan una esperanza para la recuperación de la reserva hídrica del país y un alivio para las preocupaciones sobre el suministro de agua.

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