
Para muchos dueños de mascotas, sentir la lengua húmeda de su perro en los pies puede ser una experiencia desconcertante. ¿Es una muestra de cariño, una costumbre aprendida o simplemente una manía?
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Aunque este comportamiento pueda parecer trivial, lo cierto es que está respaldado por razones instintivas y emocionales que han sido objeto de estudio por parte de expertos en conducta animal.
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¿Por qué los perros lamen los pies de sus dueños?
Según la veterinaria estadounidense Bonnie Beaver, profesora en la Universidad de Texas A&M y autora del libro Canine Behavior: Insights and Answers, lamer es una de las primeras formas de comunicación que los perros desarrollan.
Desde cachorros, los canes utilizan la lengua para explorar su entorno y para interactuar con su madre y hermanos. Esta acción se mantiene a lo largo de su vida como una herramienta para expresar afecto, sumisión o ansiedad.
En el caso específico de lamer los pies humanos, intervienen varios factores. Por un lado, los pies suelen concentrar feromonas y olores que resultan extremadamente atractivos para el fino olfato canino.
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El doctor Stanley Coren, psicólogo y experto en comportamiento animal de la Universidad de Columbia Británica, explica que los perros tienen más de 300 millones de receptores olfativos —comparados con los apenas 6 millones de los humanos—, lo que convierte incluso el sudor más sutil en un mapa sensorial fascinante para ellos.
La interpretación más común es que se trata de una muestra de afecto. Tal como indica un artículo de la American Kennel Club (AKC), lamer a sus dueños —incluyendo los pies— puede ser una forma de reforzar el vínculo y demostrar lealtad.
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El gesto también puede interpretarse como una forma de saludo o reconocimiento jerárquico, heredado de los lobos, donde los miembros subordinados lamen al líder de la manada como señal de respeto.

No obstante, no todo se reduce al cariño. Algunos estudios han encontrado que el lamido compulsivo también puede estar vinculado al estrés o la ansiedad.
En una investigación publicada en Journal of Veterinary Behavior (2011), se demostró que algunos perros recurren al lamido repetitivo como una conducta de autorregulación frente a situaciones de inseguridad o aburrimiento.
En estos casos, el comportamiento podría indicar que el animal necesita más estimulación, ejercicio o atención.
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Otra explicación simple —pero igualmente válida— es el sabor. Nuestros pies, especialmente después de un día largo o tras hacer ejercicio, pueden tener un sabor salado debido al sudor.
Para algunos perros, esto puede ser tan atractivo como un premio. De acuerdo con el American Journal of Physiology, el gusto por la sal se encuentra presente en muchas especies como un mecanismo de búsqueda de minerales esenciales.
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Por tanto, lamer tus pies puede ser también una respuesta instintiva a ese sabor particular.
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¿Es bueno dejar que tu perro lama tus pies?
La decisión de dejar o no que tu perro lama tus pies depende de tus propios límites personales y de si la conducta se presenta de forma esporádica o excesiva.
Si el hábito es constante o comienza a ser invasivo, lo recomendable es redirigir la atención del perro hacia otras actividades o consultar con un etólogo o veterinario para descartar posibles causas emocionales.
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