Martín Elías: 5 años de un triste adiós al 'terremoto' del vallenato

Este 14 de abril, se cumplen 5 años de la triste partida del hijo del Cacique de la Junta, Martín Elías Díaz, quien perdió su vida un viernes santo en un fatídico accidente de tránsito ocurrido en el departamento de Sucre.El lamentable hecho ocurrió luego de una presentación en Coveñas, en la madrugada del 14 de abril de 2017, cuando el cantante de música vallenata viajaba en una camioneta rumbo a Cartagena junto a su conductor Armando León Quintero Ponce, para encontrarse con su esposa Dayana Jaimes, quien lo estaba esperando junto a sus hijos y uno de sus hermanos.Sin embargo, el encuentro no pudo darse, pues a las 7:30 de la mañana en la Transversal del Caribe, carretera que conduce de Tolú a San Onofre, la camioneta en la que se transportaba el cantante trató de esquivar una motocicleta, saliendo de la vía y perdió el control, produciendo que el vehículo se volcara y diera vueltas por el aire.Martín Elías, quien no llevaba puesto el cinturón de seguridad, salió expulsado del vehículo por la parte frontal, lo cual provocó que sufriera múltiples lesiones en todo su cuerpo. Ese día el artista fue trasladado al hospital de San Onofre; y después fue llevado a la clínica Santa María de Sincelejo, donde fue intervenido quirúrgicamente, pero su cuerpo no resistió y tras un paro cardiorrespiratorio a las 12:45 p. m. su corazón dejó de latir.Hace dos meses, luego de cinco años de investigación, el conductor del vehículo en el que se movilizaba el cantante Armando Quintero Ponce, fue condenado a 32 meses de prisión domiciliaria, pues se determinó que el hombre manejaba con exceso de velocidad cuando se movilizaba por la vía entre San Onofre y Lorica.Por tal motivo no habría podido reaccionar a tiempo y provocaría el accidente en el que el gran Martín Elías perdió su vida. El juez concluyó que según las pruebas técnicas, el hombre conducía a 157 kilómetros por hora.Frente a la decisión del juez, Dayana Jaimes, viuda del artista, se manifestó y aclaró que la única de pretensión de las víctimas en el proceso era “la de conocer la verdad de los hechos y ver materializada la justicia”.