La muerte del cantante de música popular Darío Gómez causó un gran impacto y dolor no solo en sus familiares sino también en artistas que lo veían como un gran referente, miles de seguidores y hasta en sus adoradas mascotas que no logran recuperar el ánimo tras la partida de su amo.
Pues durante el velorio público que se desarrolló el jueves 28 de julio, al que asistieron miles de personas a despedir al llamado rey del despecho, hubo una enternecedora visita que terminó por captar la atención de los asistentes y medios de comunicación que seguían las honras fúnebres.
Se trata de Abril y Bethoven, una pareja de perros Cocker spaniel que acompañaron durante los últimos años al artista popular quien se entregó en profundo cuidado, respeto y amor a sus cachorros, como solía llamarlos pese a que ya eran adultos.
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Esta parejita de perros, macho y hembra, se habían convertido en los consentidos de Darío Gómez quien les llegó a alcahuetear hasta los destrozos que en algunas oportunidades realizaban en la casa.
En una oportunidad Abril le pegó un buen susto a su amo al perderse; pero Darío Gómez inició una búsqueda en la que hasta por redes sociales pidió ayuda de su fanaticada para recuperar a “su niña”, quien finalmente fue encontrada y regresada junto al cantante.
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Esta cercanía entre Darío Gómez y sus perros se dio hasta el último día de vida del cantante, razón por la que los familiares del artista decidieron llevarlos al funeral para que lo vieran por última vez.
En diálogo con revista Semana, Johana Vargas, viuda de Darío Gómez, reveló que en vida el cantante había pedido que, si llegaba a fallecer antes de sus mascotas, por favor las llevaran a verlo y que estas no pensaran que los había abandonado.
La mujer contó a ese mismo medio que la cercanía con su amo era tan fuerte que, incluso, la hembra "presintió la muerte" y recordó que el día que Darío falleció la perrita comenzó a cambiar desde horas antes: "No sabíamos nada, pero ella cambió; inmediatamente se quedó en la casa, no quería salir, parecía como si estuviera enfermita y con comportamiento nervioso”.
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Cumpliendo la voluntad del rey del despecho, familiares del fallecido cantante llevaron el jueves a la pareja de perros hasta el coliseo donde reposaba el cuerpo de Darío Gómez, para que le dieran el último adiós.
“Los trajimos para que vieran que se murió y no piensen que los abandonó”, expresaron algunos cercanos al cantante a varios curiosos y medios de comunicación que se fijaron en la pareja de perritos.
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La llegada de Abril y Bethoven al funeral de Darío Gómez desató nostalgia entre quienes presenciaron el momento ya que fue inevitable observar la actitud de tristeza en ambos perros; incluso, algunos asistentes que estaban cerca al féretro aseguran que en algunos momentos se escuchó a la parejita de animales llorar junto al ataúd de su amo.