En cuestión de minutos, un restaurante pasó de ser un sitio tranquilo para almorzar a convertirse en el escenario de una escena digna de una telenovela. Todo quedó grabado en video y terminó viralizándose en redes sociales, dejando a miles de internautas pegados a la pantalla.
La historia arrancó cuando una mujer llegó al restaurante y se topó con lo que, para ella, era una traición en vivo y en directo. Su esposo, vestido con una camiseta azul, estaba sentado en una mesa acompañado de otra mujer. Al verla, no dudó ni un segundo y se fue de frente hasta donde estaban.
Sin mediar palabra, la escena se tornó tensa: la presunta esposa lanzó gritos, empujó sillas, tiró vasos, platos, y todo lo que encontró a su paso. Todo esto mientras gritaba que en su casa la estaban esperando ella y sus hijos con hambre, mientras su marido compartía comida con otra.
En medio del caos, la mujer que estaba en la mesa intentó defenderse, alegando que solo eran amigos. Pero eso no sirvió de mucho. La esposa no quiso escuchar explicaciones y continuó el reclamo a todo pulmón, dejando a los demás comensales con la boca abierta.
Muchos clientes, incómodos por la situación, optaron por salir del restaurante. Algunos se quedaron grabando con sus celulares, y no pasó mucho tiempo antes de que el video aterrizara en X (antes Twitter), donde fue publicado con el título “Infiel atrapado” . De ahí en adelante, el escándalo creció como espuma.
Usuarios tienen opiniones divididas
En redes, los comentarios no se hicieron esperar. Algunos defendieron a la esposa y señalaron que fue una reacción comprensible; otros la criticaron por haber reaccionado frente a todos, especialmente si sus hijos estaban presentes. “La esposa está peor, tóxica a la vista” , escribió un usuario. “El tipo no tiene excusa, pero ella tampoco puede perder el control así” , opinó otro.
Por su parte, algunos testigos afirmaron que la discusión se escuchó desde el otro extremo del restaurante. Aunque no hubo agresiones físicas, el escándalo fue tan fuerte que empleados del lugar tuvieron que llamar a las autoridades.
Una patrulla llegó minutos después para verificar la situación. Según reportes, no se realizó ninguna detención, ya que fue catalogado como un conflicto de pareja sin consecuencias mayores. A pesar del alboroto, todo quedó en gritos, platos rotos y la reputación hecha trizas.
Desde el restaurante no se ha emitido un comunicado oficial. Sin embargo, trabajadores aseguraron que la escena causó incomodidad entre los presentes y que ese tipo de situaciones afectan la experiencia de los clientes.
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