Jesse Brown era un niño de 11 años que vivía con sus padres en Winter Park, Florida, Estados Unidos . Le llamaban el “niño milagro” debido a que sus padres habían intentado tener hijos durante diez años sin tener resultado, hasta que inesperadamente llegó la sorpresa.
Al ser hijo único tenía todos los privilegios y la atención de sus padres, según ellos el menor comenzó a mostrar destreza en los deportes extremos , sobre todo en el BMX, por lo que a sus 9 años comenzó a competir en eventos locales.
Un día Jesse se encontraba ejercitándose en una caminadora y sufrió un percance, se torció un tobillo y según lo que indicaron sus padres a algunos medios locales, también se hizo una pequeña cortada. Sin embargo, como las heridas no parecían graves, el niño siguió su vida normal.
Una familiar del menor indicó al medio local WESH que: “Un par de días después fueron a urgencias en la mañana, porque se despertó y toda su pierna estaba cubierta de manchas, de color rojo púrpura, casi con moretones. Y sus brazos y piernas estaban muy fríos, pero su cuerpo estaba muy, muy caliente”.
Publicidad
En ese momento los padres de Jesse conocieron la razón por la cual su hijo estaba en tan mal estado de salud, según el dictamen de los médicos, el niño tenía un estreptococo del grupo A (GAS, por sus siglas en inglés), se trata de una bacteria que puede presentarse de maneras leves, pero que en el caso del menor era mortal.
Al parecer la afectación de la bacteria en su cuerpo le provoco una infección que termino quitándole la vida en muy poco tiempo. La familiar entrevistada por dicho medio detalló que: “Tuvieron que traerlo de regreso un par de veces, porque su corazón estaba haciendo cosas locas. Sus órganos estaban comenzando a fallar y tuvieron que intubarlo(...) Era tan aventurero y querría que todos vivieran la vida al máximo. Seguro. Y también querría que todos aprendieran a andar en motocicleta”.
Publicidad