El caso de Erika Vanesa Orrego, una profesora del colegio Ciudad de Cali en Bogotá ha generado conmoción nacional, luego de que un video mostrara su captura tras ser acusada por presuntos actos indebidos con una menor de edad.
En medio del proceso judicial, que sigue su curso con la docente detenida de manera preventiva, la madre de la niña afectada decidió romper el silencio, revelando detalles impactantes.
En un emotivo testimonio, compartido a través del pódcast Conducta Delictiva, relató cómo comenzó a notar señales que no podía ignorar: cambios de humor, episodios de irritabilidad y una frase clave que lo cambió todo: “Mi hija se sentía muy incómoda”.
La mujer contó que su hija, de tan solo cuatro años, dejó de ser la niña alegre y amorosa que siempre había sido. Comenzó a mostrarse temerosa, aislada y en ocasiones agresiva. Esto encendió las alarmas en su hogar. Un día, la menor le confesó que se estaba “dando besos con uno de sus compañeritos”, lo que motivó a su madre a hablar con la nueva profesora encargada del curso.
Pero la reacción de la profesora no fue la esperada. Según la madre, la docente se mostró indiferente, sin preocupación aparente. “La noté muy desconectada, como si fuera algo normal”, afirmó. Esa falta de compromiso fue el primer indicio de que algo más grave podría estar ocurriendo.
Profesora bajo la lupa: un relato que expuso algo más profundo
La madre decidió indagar más. Le preguntó a su hija dónde sucedían esos episodios, a lo que la menor respondió que una vez coincidieron con su compañerito en el baño. Aunque cada uno entró a su cubículo, la niña mencionó que se dieron un beso antes. Esto solo aumentó la preocupación de la mujer: “¿Dónde estaba la profesora en ese momento?”, se preguntaba.
La situación escaló hasta llegar al punto más crítico el 20 de junio, fecha que la madre recuerda como “el día en que murió en vida”. La niña, visiblemente alterada, decía que no quería estar en el colegio.
En ese momento, se activó el “Código Blanco”, un protocolo de atención inmediata para presuntos casos de abuso infantil en instituciones educativas.
La familia fue llevada al hospital, donde comenzaron las evaluaciones médicas y psicológicas. La madre relata que, aunque el proceso fue doloroso, lo enfrentó con entereza, sabiendo que debía hacer todo lo posible por proteger a su hija.
La captura y el proceso legal contra la profesora Erika Vanesa Orrego
Velandia, la profesora acusada, fue capturada por la Policía luego de que Medicina Legal confirmara indicios que activaron la denuncia formal. Durante la audiencia, no aceptó los cargos, pero un juez ordenó su traslado a un centro penitenciario como medida preventiva.
En redes sociales, el video del momento de la detención ha generado una ola de indignación. Muchos exigen una investigación profunda para garantizar la seguridad de todos los menores en entornos escolares.
Mientras tanto, la madre continúa acompañando a su hija en el proceso de recuperación. “Yo sé que voy a recuperar a la niña valiente que era. Esta situación le robó parte de su inocencia, pero no su espíritu”, expresó con esperanza.
La historia sigue abierta. Las autoridades investigan si existen más casos relacionados y la comunidad educativa está en alerta. Lo cierto es que este testimonio permitió que una voz pequeña, pero valiente, fuera escuchada. Y eso, sin duda, puede marcar la diferencia.
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