Los científicos del Museo de Ciencias Naturales y el University College de Londres llegaron a esta conclusión luego de analizar los genes del “Hombre de Cheddar” hallado en su garganta en el suroeste de Inglaterra en 1903.
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Tuvieron que perforar el cráneo para extraer el ADN del polvo de los huesos, y fue haciendo esto como se dieron cuenta que tenían ojos celestes, pelo oscuro rizado y piel negra.
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