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¿Cuántas veces tuvieron que votar para elegir al nuevo papa?

La Capilla Sixtina volvió a ser testigo de una jornada cargada de simbolismo, alianzas estratégicas y un desenlace esperado por miles.

¿Cuántas veces tuvieron que votar para elegir al nuevo papa?
Foto referencial elección del papa
Foto: AFP

Detrás de los muros vaticanos, el humo blanco emergió al cielo tras la cuarta votación del cónclave.Con ello, se cerró un proceso que, aunque profundamente envuelto en ceremonias religiosas, es también una operación política entre altos dignatarios de la Iglesia.

En esta ocasión, 133 cardenales reunidos en la Capilla Sixtina lograron el consenso requerido para elegir al sucesor del papa Francisco.

La fórmula sagrada se repitió una vez más: “Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!”. El encargado de pronunciarla fue Dominique François Joseph Mamberti, cardenal protodiácono y figura destacada en el cuerpo diplomático del Vaticano, nacido en Marrakech en 1952. Su anuncio en latín fue la culminación de un proceso donde se cruzan la fe, la estrategia y el equilibrio de poderes.

La elección del nuevo pontífice se dio en la cuarta ronda de votaciones —la tercera de ese jueves—, un dato que lo vincula con sus predecesores Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) y Juan Pablo I (Albino Luciani), quienes también alcanzaron el papado tras cuatro escrutinios.

Esta coincidencia no es menor, considerando la complejidad de las negociaciones internas que caracterizan al cónclave.

Para que un cardenal sea elegido papa, debe contar con el apoyo de dos tercios del colegio electoral. Solo entonces se produce la emblemática “fumata blanca”, que anuncia al mundo que la Iglesia Católica tiene nuevo líder espiritual.

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A partir de ahí, el elegido debe aceptar formalmente el cargo y escoger su nombre como pontífice.

¿Quién es el nuevo papa?
Elección del papa, imagen de referencia
Foto: AFP

Mientras el humo blanco subía, más de 20.000 personas se encontraban reunidas en la Plaza de San Pedro. La espera, marcada por la emoción y la incertidumbre, se extendió durante aproximadamente 45 minutos, el tiempo habitual entre la señal de elección y la primera aparición pública del nuevo papa desde la logia central de la basílica.

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Durante el cónclave, los cardenales —cuya indumentaria roja simboliza su disposición a defender la fe hasta con su sangre— participan en votaciones sucesivas, intercaladas con espacios de reflexión y debate. En estos intercambios se tejen alianzas, se confrontan visiones y se decanta el perfil del futuro líder de la Iglesia.

Así, en una mezcla de diplomacia e inspiración divina, la Iglesia Católica volvió a proclamar un nuevo papa, elegido en la cuarta votación. Una coincidencia histórica que reafirma lo delicado del equilibrio necesario para alcanzar un consenso en el corazón del Vaticano.

Mira también: ¡Humo blanco en el Vaticano!