El nombre de Dayro Moreno suena con fuerza particular en el imaginario colectivo del fútbol colombiano. Para muchos, es el artillero por excelencia, el hombre gol cuya presencia en el once inicial de la Selección Nacional es un anhelo constante, casi una petición a gritos de la afición.
La expectativa de verlo como titular en un partido de eliminatorias, especialmente en un cierre tan significativo como el encuentro ante Venezuela, es palpable, un deseo que se ha expresado con en diversas ocasiones por la afición.
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Sin embargo, el periodista deportivo Ricardo Orrego, un observador cercano del entorno de la Selección Colombia, se mostró escéptico ante esta posibilidad, sugiriendo para El Klub de La Kalle que Dayro, muy probablemente, se mantendrá como una alternativa valiosa desde el banquillo.
¿Dayro Moreno no hará de titular hoy tampoco?
La gran incógnita que se formulan los seguidores es "¿Por qué Dayro no sería titular hoy?". La respuesta, según el conocimiento de Néstor Lorenzo, radica en la preferencia del técnico por la estabilidad.
El estratega argentino demostró una clara tendencia a la continuidad y a evitar grandes sorpresas en su "plan de vuelo inicial". Lorenzo se caracteriza por ser un entrenador que prefiere mantener la coherencia en su alineación, apoyándose en la base de jugadores que ya ha consolidado y que le han entregado resultados a lo largo del proceso eliminatorio.
Esto implica que, a menos que exista una razón de fuerza mayor o un rendimiento excepcional y reciente que rompa con su esquema, el técnico optará por no alterar drásticamente la estructura que ha venido funcionando con éxito. Es su manera de asegurar la solidez y la previsibilidad en momentos clave.
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La única circunstancia que podría cambiar este panorama y elevar a Dayro a la categoría de titular, según lo que se desprende de las informaciones, sería que Lorenzo lo hubiera visto "muy bien en estos últimos días de práctica en Barranquilla".
Este nivel superlativo en los entrenamientos tendría que ser tan notorio y convincente como para justificar una desviación de su esquema habitual y la inclusión de un jugador que, si bien es un goleador nato y de probada eficacia, no ha sido una constante en las formaciones iniciales del equipo en este ciclo.
La vara está alta para que una actuación destacada en la semana de preparación logre modificar una decisión que, en el estilo cauteloso de Lorenzo, parece ya estar preestablecida.
Un claro ejemplo de esta predilección por la continuidad y la cautela táctica se vivió en el partido anterior contra Bolivia. En aquella ocasión, el entrenador no presentó ninguna novedad significativa en su "plan de vuelo inicial" y utilizó el "equipo tipo" para asegurar la clasificación.
Esta estrategia, orientada a la consecución de objetivos específicos y a minimizar riesgos, subraya por qué Dayro Moreno, a pesar de su innegable olfato goleador y su vasta experiencia, probablemente esperará su oportunidad desde el banco de suplentes.
Lorenzo prioriza el resultado y la consistencia sobre la experimentación o la complacencia con el deseo popular.
El clamor popular por Dayro Moreno es, por supuesto, entendible y apasionado. Su capacidad para definir con precisión, su presencia intimidante en el área y su trayectoria como uno de los máximos goleadores activos del fútbol colombiano, despiertan una ilusión particular en cada convocatoria.
Se anhela con fervor que Dayro pueda anotar un gol con la camiseta nacional, un momento que "Colombia lo gozaría" profundamente.
Sin embargo, en el fútbol profesional de élite, las decisiones del cuerpo técnico van más allá del sentimiento popular o las narrativas emocionales. Implican una evaluación táctica, física y estratégica, donde cada pieza debe encajar a la perfección en un sistema mayor.
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