En una finca de la vereda San Lorenzo, ubicada en el municipio de Castilla La Nueva, departamento del Meta, se vivió un inusual episodio el lunes 30 de octubre cuando una anaconda de cuatro metros de longitud fue rescatada mientras atacaba a un ternero recién nacido.
El propietario de la finca, quien ha sido testigo de una serie de ataques por parte de la serpiente durante el último año y medio, decidió tomar medidas para preservar la vida del gigante animal y para evitar que sus animales sigan siendo presa del reptil.
Según sus palabras, la anaconda había estado merodeando por la finca desde hace más de un año devorando gallinas, gansos y, alarmantemente, ya se había comido a dos de sus terneros, por lo que en el reciente ataque el hombre perdería a un tercer ternero.
Consciente de la importancia de conservar la fauna local y deseando evitar prejuicios hacia estos reptiles, el propietario optó por contactar a Cormacarena, la autoridad ambiental, para solicitar ayuda en el rescate de la anaconda en lugar de recurrir a medidas drásticas como matarla.
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La serpiente, de impresionantes 4,21 metros de longitud y un peso superior a los 30 kilogramos, no sufrió agresiones por parte de los residentes de la finca. En cambio, se aguardó pacientemente la llegada de los profesionales en fauna silvestre y el equipo veterinario de Cormacarena para llevar a cabo el rescate.
Un médico veterinario presente en el lugar describió el estado de la anaconda como óptimo y señaló que no había recibido heridas de machetes ni armas cortopunzantes. Esto resalta el respeto por la fauna que las autoridades ambientales colombianas promueven en aras de la conservación del medio ambiente.
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La anaconda rescatada fue trasladada a la ciudad de Villavicencio, capital del departamento del Meta, específicamente al Centro de Atención Veterinaria (CAV) donde será sometida a una evaluación médica y, posteriormente, liberada en su hábitat natural.
Este episodio resalta la importancia de la coexistencia pacífica entre los seres humanos y la vida silvestre, así como la necesidad de preservar y proteger a las especies autóctonas de Colombia en beneficio del equilibrio ecológico.
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