Desde el 15 de julio de 2024, la reducción gradual de la jornada laboral comenzó a regir en el país, trayendo consigo una serie de cambios que no solo modifican el tiempo de trabajo, sino también los ingresos de los trabajadores.
Esta medida, que busca eventualmente reducir la jornada a 40 horas semanales, ha generado diversas inquietudes y expectativas. A continuación, se desglosa cómo esta disposición impactará el bolsillo de los trabajadores y las finanzas de las empresas.
La jornada laboral se está reduciendo de manera progresiva, comenzando con una disminución de 47 a 46 horas semanales en 2024. A pesar de la reducción en el número de horas, el salario de los trabajadores no se verá afectado negativamente; por el contrario, habrá un ajuste en el valor de la hora de trabajo.
Este cambio implica que, aunque los empleados trabajen menos horas, el pago por hora aumentará, compensando así la reducción de la jornada.
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Los recargos por trabajo nocturno, horas extras, y labores en días dominicales y festivos también experimentarán un incremento. En concreto se pagará un 25 % adicional sobre la hora ordinaria de trabajo.
Para las horas extras nocturnas, este incremento será del 75 %, lo que representa una mejora significativa en los ingresos de los trabajadores. En cuanto a los dominicales y festivos, el pago será el doble de la hora ordinaria durante el día y hasta un 150 % durante la noche.
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El presidente Gustavo Petro ha expresado su intención d e reducir la jornada laboral a 40 horas semanales para el 2026. Esta medida, que se ha venido implementando gradualmente desde 2021, implica un costo adicional para las empresas.
Según un informe de la Asociació n Nacional de Empresarios de Colombia (Andi ), bajar la jornada laboral a 40 horas supondrá un costo adicional promedio de $85,000 por empleado a la semana. Este ajuste representa un impacto económico significativo, estimado en $26,9 billones, o alrededor del 2,7 % del PIB , basándose en cifras de 2019.
La reducción de la jornada laboral trae consigo un aumento en los ingresos de los trabajadores debido a los recargos y un ajuste en el valor de la hora de trabajo.
Sin embargo, también impone un desafío financiero considerable para las empresas, que deberán ajustar sus presupuestos para cubrir los costos adicionales. Esta medida marcará un antes y un después en la estructura laboral y económica del país.
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