Javier Acosta, hincha ferviente de Millonarios y conocido por su inquebrantable espíritu, finalmente descansó tras someterse a la eutanasia este viernes 30 de agosto.
A sus 36 años, Javier había luchado por más de cinco años contra la osteomielitis, una dolorosa enfermedad que afecta los huesos y que, en su caso, le dejó pocas opciones más allá de un constante sufrimiento.
Decidido a no prolongar más el dolor, Javier tomó la decisión de solicitar la eutanasia, un proceso que se llevó a cabo rodeado de su familia y amigos más cercanos.
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El mediodía fue testigo del último viaje de Javier. Personal médico de la Clínica San Ignacio, donde estuvo hospitalizado durante la última semana, confirmó su egreso y traslado al recinto privado donde se llevaría a cabo el procedimiento.
Alrededor de la 1:00 P.M., Javier, acompañado por sus padres, su hermana y su hija, cumplió con su deseo de terminar su vida de manera digna. La familia se mantuvo firme en su apoyo, entendiendo que para él era la única salida a años de dolor y limitaciones.
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Los momentos previos a su partida estuvieron marcados por homenajes llenos de cariño y respeto. Afuera de la clínica, decenas de miembros de Los Comandos Azules, la barra a la que perteneció Javier, se reunieron para darle su despedida.
Entre cánticos, banderas y arengas, entonaron con fuerza las canciones que siempre llenaron las gradas del estadio Nemesio Camacho El Campín, mostrando el amor y la lealtad que este hincha había cultivado a lo largo de su vida.
Javier Acosta hizo su último baile
En sus últimos momentos, Javier Acosta mantuvo el mismo espíritu alegre que lo caracterizaba. Horas antes de ser trasladado, realizó una videollamada con una amiga que lo acompañó hasta el último instante.
Javier, con la ayuda de sus amigos, tuvo la energía para una última "bailadita".
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La canción escogida fue 'La Tanguita Roja' del grupo dominicano Oro Sólido. Con una sonrisa y un leve movimiento, emuló como si estuviera dándole vueltas a su amor, disfrutando de la música que tanto le gustaba.
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