Filipinas promueve a través de una ley en tramitación parlamentaria un saludo antiCOVID llamado "Bating Filipino", que consiste en colocar la palma de la mano derecha en el centro del pecho mientras se agacha la cabeza con los ojos cerrados o entrecerrados.
La medida, que fue aprobada por el Congreso esta semana con 212 votos a favor y un solo voto en contra, debe ahora recibir el apoyo del Senado antes de ser firmada por el presidente, Rodrigo Duterte, y no establece ningún castigo para quien opte por otras formas de saludo.
Fernando Bayani, el congresista que lleva meses promoviendo la medida, argumenta que el saludo tradicional consistente en estrechar la mano tiene buenas intenciones, pero supone un riesgo para la salud pública.
Según ha explicado en varias intervenciones en los últimos meses, la forma alternativa que propone de colocar la mano sobre el pecho es un ademán universal de buena fe mientras que el movimiento leve de la cabeza hacia adelante, es un gesto tradicional de respeto en Filipinas.
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Filipinas , que cuenta con una población de 106 millones de personas, es el segundo país más afectado por el COVID-19 en el Sudeste Asiático, por detrás de Indonesia, con 509.887 casos y 10.136 muertes por el coronavirus.
El archipiélago planea comenzar su campaña de vacunación contra el COVID-19 a partir de febrero con la llegada de las primeras dosis de las empresas Sinovac y Pfizer, un primer paso para vacunar a entre 50 y 70 millones de filipinos antes de que termine el año.