Judith Eva Barsi, nacida el 6 de junio de 1978 en Los Ángeles, prometía convertirse en una gran estrella de Hollywood.
Hija de inmigrantes húngaros, su carisma y talento natural la llevaron a participar en más de 70 comerciales , series de televisión y películas icónicas de los años 80, como Cheers y The Land Before Time, donde dio vida a la querida Ducky.
Sin embargo, detrás del éxito y las sonrisas de la joven actriz, se escondía un hogar marcado por el miedo y la violencia, que terminó inesperadamente en 1988.
Judith fue descubierta a los cinco años mientras patinaba sobre hielo. Su chispa capturó la atención de un agente que vio en ella un talento único.
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Pronto, la pequeña comenzó a aparecer en comerciales y producciones televisivas. Entre sus logros destacaron papeles en series como Punky Brewster, Remington Steele, y Cagney & Lacey.
Su habilidad para actuar y conectar con el público le abrió las puertas a roles importantes en el cine, como su participación en Tiburón: La Venganza y su icónico trabajo de doblaje en The Land Before Time.
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Mientras su carrera florecía, Judith era el sostén económico de su familia. Sus padres, Maria y József Barsi, inmigrantes que habían huido de la ocupación soviética en Hungría, parecían vivir el sueño americano, pero su hogar era un lugar lleno de conflictos.
A Judith Barsi su padre le apagó la vida
József Barsi, el padre de Judith, tenía un historial de violencia que no comenzó con su última familia. Anteriormente, había maltratado a su primera esposa y a los hijos de esa relación. Aunque Maria sabía de su carácter agresivo, decidió formar una familia con él, quizás con la esperanza de un futuro diferente.
Sin embargo, la violencia no tardó en reaparecer. Con el tiempo, József comenzó a ejercer control y maltrato sobre Maria y Judith. La niña, que para entonces era conocida en la industria como una estrella en ascenso, vivía aterrorizada.
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En varias ocasiones expresó a sus amigos y al equipo de producción de sus proyectos su miedo a regresar a casa. Su ansiedad llegó a niveles alarmantes: se arrancaba las pestañas y lloraba desconsoladamente.
Maria intentó proteger a su hija y alquiló un departamento para escapar con Judith , pero la presión y las amenazas constantes de József la hicieron regresar al hogar familiar. Aunque servicios sociales fueron alertados sobre la situación, la intervención nunca llegó a tiempo.
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El 25 de julio de 1988, József puso fin a la vida de Judith mientras dormía. Luego,continuó con Maria y, horas más tarde, apagó su vida.
El hecho conmocionó a la industria del entretenimiento y dejó una profunda marca en quienes habían trabajado con la joven actriz.
A pesar de su corta vida, el talento de Judith sigue siendo recordado. Su interpretación de Ducky en The Land Before Time es aún celebrada por generaciones de espectadores, y su historia es un doloroso recordatorio de los riesgos del silencio ante el abuso doméstico.
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