
Se conoce a qué se dedicaba la mujer atacada por dos falsos domiciliarios; la amarraron
Cámaras de seguridad captaron a los domiciliarios que entraron a la casa de Ingrid y huyeron en moto. Se conocen más detalles del caso.

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Una ola de dolor y desconcierto invade la ciudad de Governador Valadares, en Brasil, tras conocerse el crimen de Ingrid Emanuelle Santos, una mujer de 34 años que fue ultimada dentro de su propia casa.
El hecho, que ocurrió el pasado miércoles, tiene consternados a familiares, amigos y vecinos, no solo por la violencia con la que se cometió, sino porque los responsables se hicieron pasar por domiciliarios para lograr entrar a la vivienda.
De acuerdo con las investigaciones, Ingrid fue sorprendida por dos hombres que llegaron en motocicleta con cascos y mochilas de empresas de entregas.
Las cámaras de seguridad muestran cómo tocaron el timbre de la casa, ingresaron y, apenas diez minutos después, salieron huyendo en la misma moto.
Câmeras de segurança registraram dois homens se passando por entregadores para entrar na casa de Ingrid Emanuelle Santos, em Governador Valadares, onde ela foi encontrada morta com as mãos amarradas e o pescoço cortado na noite de quarta-feira (10). O vídeo mostra a dupla… pic.twitter.com/8UuF0zIByH
— N3 news (@n3_news_oficial) September 11, 2025
Publicidad
El hallazgo lo hizo un familiar, quien se alarmó al notar que Ingrid no había recogido a su pequeña hija de tres años en el jardín infantil.
Al ingresar, encontró una escena estremecedora: la mujer estaba maniatada y con una profunda herida en el cuello. De inmediato alertó a la policía, que inició un operativo en la zona.
Publicidad
La Policía Militar y la Policía Civil investigan el caso bajo la hipótesis de feminicidio, aunque no descartan otras motivaciones. El cuerpo fue trasladado al Instituto Médico-Legal para determinar con exactitud las causas de la muerte, mientras los peritajes en la vivienda buscan dar con pistas que permitan identificar a los responsables.
Más allá de la tragedia, la historia de Ingrid revela a una mujer entregada a su hija y a su negocio; era madre de una niña de tres años y trabajaba vendiendo joyas en línea, promocionando sus productos en redes sociales. Quienes la conocieron aseguran que combinaba sus labores con el cuidado del hogar y su pasión por el crossfit, que practicaba con disciplina.
Familiares y amigos la describen como alguien generosa, amorosa y con la mirada siempre puesta en el bienestar de su familia. “Ella no tenía enemigos, vivía para su hija y para su trabajo”, relató un familiar. La repentina pérdida deja un vacío irreparable, especialmente para la niña que ahora deberá crecer sin su madre.
Las autoridades de Minas Gerais aseguran que seguirán reforzando las investigaciones para esclarecer el móvil del crimen y dar con los responsables. Mientras tanto, la comunidad llora a Ingrid y exige justicia para que hechos como este no se repitan.
Mira también: Amaranta Hank confiesa cuál es la peor escena que grabó: “Me dejó herida”
Publicidad