Una abuelita de 83 años, que padecía una luxación de cadera congénita y que con el pasar de los años empeoró su situación sin posibilidad alguna de mejora, decidió acabar con su vida luego de serle negada, por cuarta vez, su derecho a la eutanasia .
Emilia, una mujer que residía en la ciudad de Zaragoza, España , llevaba una vida normal hasta 2019 cuando presentó esta alteración en su desarrollo obligándola a permanecer postrada en su cama, encerrada en un tercer piso sin ascensor, atendida por familiares y con dolores constantes.
A principios de su enfermedad, la abuelita todavía podía salir de su vivienda gracias a un caminador así tuviera sus extremidades inferiores inmovilizadas; para subir las numerosas escaleras del edificio, lo lograba a gatas, pero un día llegó a su límite.
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De acuerdo con la información brindada por la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), la mujer intentó acogerse, de manera desesperada, a la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE) que se aprobó en su país en marzo de 2021.
Para junio, Emilia, quien cumplía con todos los requisitos exigidos, presentó sin éxito su primer trámite. Posteriormente lo intentó otras tres veces y volvió a ser ignorada , por lo que prefirió lanzarse desde el balcón de su casa y terminar con ese sufrimiento.
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Frente a esto, el Departamento de Sanidad del Gobierno de Sanidad, justificó que no atendió a la paciente debido a que su caso " se encontraba en la fase de búsqueda de una segunda opinión de un experto".
La muerte de Emilia generó rechazo entre la comunidad y la asociación (DMD), denunció a la médica de la abuelita y a los responsables del centro asistencial Torre Ramona para que esto no quede impune. La mujer fue sepultada este lunes 8 de noviembre.