El pasado 12 de julio, el cuerpo sin vida de un hombre fue descubierto en el río Suratá por el cuerpo de bomberos de Bucaramanga, sumiendo en horror a toda la comunidad de la ciudad. En ese momento, la identidad del fallecido permanecía en el anonimato, pero las autoridades informaron que el individuo yacía desnudo, con una profunda herida en el cuello y múltiples cortes en su cuerpo.
Tras dos meses de meticulosa investigación, la Fiscalía logró identificar a la víctima como Óscar Javier Rueda Beltrán, de 28 años. Sin embargo, lo más impactante fue el descubrimiento de que su propia esposa, Nancy Natalia Pérez Bermúdez, y su suegra, Analsi Milena Bermúdez Reyes, eran las presuntas autoras del brutal asesinato.
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De acuerdo con la hipótesis inicial de las autoridades, todo indicaría que Rueda Beltrán y su esposa habrían tenido una acalorada discusión, desencadenando la violenta agresión con el arma cortopunzante que culminó en la degollación del hombre. Los rastros de lucha en su cuerpo respaldan esta teoría.
Pero la atrocidad no concluyó en ese siniestro acto. Posteriormente, la mujer, en complicidad con su madre, habría intentado ocultar el cuerpo sin vida de su esposo, optando por arrojarlo al río Suratá, donde fue encontrado por los bomberos el 12 de julio.
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Después de reunir pruebas contundentes, la policía logró la captura de ambas mujeres, quienes ahora deberán enfrentar cargos por homicidio agravado y ocultamiento de material probatorio.
Esta espeluznante historia ha provocado indignación en las redes sociales, donde la comunidad condena la crueldad con la que estas mujeres extinguieron la vida de un joven de 28 años.
Nancy Natalia Pérez Bermúdez y su madre, Analsi Milena Bermúdez Reyes, fueron detenidas la mañana del miércoles 6 de septiembre por su presunta implicación en el asesinato de su familiar. El cadáver de la víctima fue encontrado flotando en el río Suratá, a la altura del kilómetro 5 de la vía que conecta Bucaramanga con el municipio de Matanza, Santander, el pasado 12 de julio.
Agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) iniciaron la labor de reconstrucción de los hechos para esclarecer con precisión el crimen de Rueda Beltrán.
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Durante casi dos meses, se llevaron a cabo minuciosas investigaciones que incluyeron entrevistas, interceptaciones telefónicas a familiares de las víctimas y búsquedas selectivas, entre otras diligencias. Con ello se pudo determinar que la muerte del hombre había acontecido en otro lugar.
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