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Hombre que acabó con sus hijos de 4 y 7 años llamó desde la cárcel a la mamá; los preguntó

La mamá de los niños recibió una sorpresiva llamada desde la cárcel el día que la niña cumpliría años; el agresor de sus hijitos le hizo una descarada y ofensiva pregunta.

Darwin Beltrán apagó la vida de sus hijitos de 4 y 7 años en Bogotá
Darwin Beltrán apagó la vida de sus hijitos de 4 y 7 años en Bogotá
/ FOTO: Compuesta, tomadas de redes

El 28 de octubre de 2024 Bogotá vivió un lamentable episodio en el que un hombre de 31 años, identificado como Darwin Beltrán, acabó con la vida de sus dos hijito de 4 y 7 años, luego de una pelea con su pareja sentimental y mamá de los hermanitos.

Los hechos ocurrieron dentro de una casa ubicada en el barrio Las Ferias, localidad de Engativá, donde el hombre se encontraba a cargo de sus hijitos Santi Esteban, de 4 años, y Susan Camila, de 7, a quienes agredió sin control luego de ver a su expareja y mamá de sus hijos caminando junto a otro hombre.

El sujeto fue enviado a la cárcel señalado de ser el único autor del lamentable hecho y deberá responder por acabar con la vida de sus propios hijos y cometer otros indignantes actos frente a la comunidad y su expareja, a quienes por la ventana les expuso los cuerpitos sin vida como un trofeo.

Darwin Beltrán llamó a preguntar por los niños

Y luego de tres meses de aquel doloroso episodio la mamá de los pequeños, identificada como Paola Ramírez, ofreció una entrevista en la que reveló dolorosos detalles del caso y cómo ha intentado seguir su vida sin sus hijitos.

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En diálogo con el podcast ‘Más Allá del Silencio’ la mujer contó una indignante situación que vivió luego de que el acusado fuera enviado a la cárcel; pues asegura que recibió una sorpresiva llamada de Darwin Beltrán desde prisión.

Según contó Paola la llamada entró justo el día en que su hijita Susan cumpliría 8 años y, sin saber cómo , el sujeto sabía que ese día le habían hecho un homenaje a la víctima en el lugar donde reposan sus restos.

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Y aunque la ira de la dolorida mujer ya era bastante, el condenado le hizo una pregunta que desató mucho más su indignación; le preguntó dónde estaban enterrados sus hijos con el descaro de asegurar que en un futuro iba a ir a visitarlos.

“Ese sábado me llamó a decirme que si no tenía derecho a saber  dónde estaban sus hijos, que él quería saber donde estaban para que cuando saliera poder irlos a visitar”.

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