Hace poco en Detroit, Estados Unidos , una mujer llamada Erika Becerra conmocionó a los internautas y habitantes de la ciudad luego de haber fallecido por COVID-19 tres semanas después de haber dado a luz a su bebé.
Resulta que la mujer se contagió de Coronavirus en el octavo mes de embarazo, no obstante, la falta de respiración a causa de la enfermedad le impedía a su hijo inhalar el oxígeno necesario para sobrevivir.
Fue por esta razón que decidieron inducirle el parto el pasado 15 de noviembre y luego de dar a luz, Becerra tuvo que ser hospitalizada de inmediato sin poder ver a su pequeño.
Desafortunadamente la situación se complicó y tuvo que ser entubada debido a las dificultades que tenía para respirar.
Publicidad
“Fue la persona más maravillosa que pudieras conocer. Para ella, la felicidad de otras personas era su felicidad”, indicó su hermano Michael Avilez a CNN.
El sufrimiento no cesó durante tres semanas y conectada a un respirador artificial falleció.
Publicidad
“sé que nos escuchó mientras oramos por ella, hablamos con ella, la consolamos” , dijo su hermano.
A la edad de 33 años Erika ya había tenido una hija y dejó en claro que el Coronavirus no es un juego.