La serie de Netflix 'Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez' ha logrado captar la atención del público por su crudo retrato de los hermanos Menendez, cuyo crimen estremeció a Estados Unidos a finales de los 80.
Esta producción revive uno de los casos más impactantes de esa época, donde lo que parecía una familia perfecta se derrumbó tras una brutal tragedia.
¿Quiénes eran Lyle y Erik Menendez?
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Lyle nació el 10 de enero de 1968 y Erik el 27 de noviembre de 1970, en Nueva York. Crecieron en el seno de una familia de clase media alta, encabezada por su padre, Jose Menendez, un exitoso ejecutivo de la industria del entretenimiento, y su madre, Kitty Andersen, quien se dedicaba a cuidar el hogar y a sus hijos.
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La familia se trasladó a California en busca de mejores oportunidades, y desde fuera, todo parecía ideal: estabilidad financiera, éxito profesional y una vida acomodada en Beverly Hills.
Sin embargo, esa apariencia era solo una fachada. Tras esas puertas se escondían tensiones y abusos que marcarían profundamente a Lyle y Erik. Su padre, Jose, tenía un carácter fuerte y violento, lo que generaba un ambiente de terror dentro de la casa.
Los hermanos, desde pequeños, soportaron tanto abuso físico como emocional. Kitty, la madre, tampoco era un refugio, pues, atrapada en esa situación, no lograba proteger a sus hijos.
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Jose Menendez era conocido por su comportamiento explosivo y dominante. Las constantes palizas y humillaciones que recibían los hermanos los afectaron psicológicamente. Lyle, el mayor, desarrolló una actitud más reservada, y Erik, por otro lado, se volvió más frágil emocionalmente.
Aunque ambos encontraron distracción en la música y el deporte, el daño psicológico causado por la constante violencia no desapareció.
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Con el tiempo, el ambiente en el hogar de los Menendez se tornó insoportable, y el 20 de agosto de 1989, los hermanos tomaron una decisión que cambiaría sus vidas para siempre.
Esa fatídica noche, Lyle y Erik asesinaron a tiros a sus padres mientras veían televisión en su mansión de Beverly Hills. Tras el crimen, intentaron justificar su acción afirmando que habían actuado en defensa propia, alegando que sufrían abuso sexual por parte de su padre y que temían por sus vidas.
No obstante, las pruebas demostraron que el asesinato fue premeditado. Se descubrió que los hermanos habían comprado las armas y planeado el asesinato con anticipación.
El caso de los hermanos Menendez atrajo una gran atención mediática. Ambos fueron acusados de asesinato en primer grado y, tras un largo juicio, fueron declarados culpables en 1994. La sentencia fue clara: cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
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La serie y el impacto de la historia
Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez revive este caso desde una perspectiva profunda y perturbadora. Más allá del crimen en sí, la serie explora el impacto de los abusos y el trauma en la vida de los hermanos. Mira el tráiler oficial:
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