Revelan la última discusión entre John Ferney Cano y su médico: “Cuando quiera”

Cada día se conocen nuevos detalles de la muerte del reconocido urólogo Juan Guillermo Aristizábal en su consultorio en la Clínica Medellín el pasado 18 de abril de 2024 a manos de uno de sus pacientes, John Ferney Cano González, quien, tras acabar con la vida del médico, puso fin a la suya propia.

De este episodio quedó la evidencia de un hecho que no fue fortuito, casualidad o un simple acto de ira momentáneo, sino más bien una muerte que ya estaba meticulosamente planeada desde hace años. Un extenso escrito titulado "Memorias de un loco sensible", un diario personal redactado por Cano González, da cuenta de los detalles con los que planificó y ejecutó su homicidio premeditado contra el doctor Aristizábal.

Según las autoridades, John Ferney Cano, tras una serie de confrontaciones con el urólogo, irrumpió en su consultorio, agredió a una empleada y disparó mortalmente al médico antes de quitarse la vida con un revólver que portaba consigo. La aterradora escena fue descubierta por la Policía Metropolitana, que halló los cuerpos sin vida en medio de un baño ensangrentado.

Álex Cano, hermano del victimario y paciente insatisfecho por lo que consideró un mal procedimiento médico, en declaraciones a Noticias Caracol, detalló cómo el resentimiento y las amenazas se habían ido acumulando hasta desembocar en el fatal desenlace.

Según Cano su hermano había advertido de sus intenciones en repetidas ocasiones, tanto en encuentros personales como a través de mensajes de WhatsApp. Incluso, según revela su hermano, el asesino confrontó al urólogo en la clínica después de buscar opiniones de otros especialistas sobre su situación médica.

Lo que destaca en medio de este relato escalofriante es la supuesta respuesta del doctor Aristizábal a las amenazas de Cano. Según Álex Cano, el urólogo habría desafiado al homicida al decirle: "Venga cuando quiera". Este hecho sugiere que la confrontación entre ambos no fue unilateral en términos de amenazas, sino que se gestó en un ambiente cargado de tensiones y hostilidades mutuas.

Aunque la investigación continúa, cada día se va desenredando más la compleja situación que desencadenó estas dos muertes, pues muchos interrogantes se responden mediante el texto de más de 300 páginas escrito por Cano. Mientras tanto, queda como testimonio este relato estremecedor de cómo el resentimiento y la violencia pueden desencadenar consecuencias irreparables en la vida de quienes se ven atrapados en profundas depresiones.

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