Qué es la bacteria come carne y por qué ya ha dejado varias víctimas; así se contrae
La bacteria Vibrio vulnificus o llamada 'come carne' ha dejado varias víctimas y genera alarma por su rápida acción en el cuerpo humano. Conoce cómo se contagia y qué medidas recomiendan los expertos.
Una nueva preocupación médica ha encendido las alarmas en Estados Unidos, justo cuando las temperaturas veraniegas alcanzan sus picos más altos. Se trata del Vibrio vulnificus, una bacteria altamente agresiva que ya ha dejado víctimas fatales en distintos estados del país. El apodo que se ha ganado,“bacteria come carne”, no es exagerado: ataca con tal velocidad que en cuestión de horas puede destruir tejidos, comprometer órganos y poner en riesgo la vida.
Este microorganismo habita con normalidad en aguas salobres y templadas, especialmente en las zonas costeras del sur del país, como Florida, Texas y Luisiana. Y si bien no es una novedad para los centros médicos, la reciente aparición de casos graves ha vuelto a poner el tema sobre la mesa. La combinación entre altas temperaturas y aguas contaminadas ha favorecido su reproducción, según informes del CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades).
Las cifras oficiales estiman que unas 80.000 personas se ven afectadas cada año por bacterias del género Vibrio en EE. UU., aunque solo una fracción de esos casos corresponde al V. vulnificus, que es el más letal. Alrededor de 100 muertes anuales son atribuidas a complicaciones derivadas de esta infección.
Publicidad
¿Cómo entra al cuerpo? Hay dos vías principales. La primera es a través de heridas abiertas que entran en contacto con agua de mar contaminada. La segunda, por el consumo de mariscos crudos o mal cocinados, especialmente ostras. Una vez dentro del organismo, esta bacteria puede provocar fascitis necrosante, una infección fulminante que literalmente “devora” piel, grasa y músculos.
¿Quiénes corren más riesgo con esta bacteria come carne?
Expertos como el doctor William Schaffner, de la Universidad de Vanderbilt, han advertido que las personas con sistemas inmunológicos debilitados, enfermedades hepáticas o diabetes son más propensas a desarrollar cuadros severos. El riesgo también se multiplica si no se acude a un hospital rápidamente.
El tratamiento médico requiere actuar en cuestión de horas. En muchos casos se utilizan antibióticos potentes, pero si la infección avanza, no se descarta la amputación del tejido afectado. El índice de mortalidad puede superar el 20 % si no se inicia tratamiento de inmediato.
Ante este escenario, las autoridades sanitarias han emitido una serie de recomendaciones. Entre ellas, evitar el contacto de heridas con agua de mar, no consumir mariscos crudos en zonas cálidas y consultar de inmediato ante cualquier síntoma anormal luego de estar en la playa o ingerir productos marinos.
El aumento de la temperatura de los océanos ha creado un ambiente ideal para que esta bacteria se propague más allá de sus zonas habituales. Por eso, el llamado es claro: precaución en verano, especialmente para quienes viven o viajan a zonas costeras del sur de Estados Unidos.