Las personalidades explosivas, aquellas que se enojan con rapidez y mantienen el enojo durante largo tiempo, enfrentan un desafío particular en la gestión de sus emociones, pero Bernardo Stamateas, reconocido terapeuta familiar y licenciado en Psicología, ofrece valiosos consejos para aquellos que buscan manejar mejor su ira.
Estados de la ira
Según Stamateas, un error común es pensar que solo existen dos estados: la calma total o la explosión de ira. "Muchos expresan, 'Yo no me enojo nunca, pero, cuando me enojo, exploto'. Esto es falso. En realidad, se enojan a menudo, pero no son conscientes de ello", explica el especialista. Reconocer que todos experimentamos enojo en pequeñas dosis y es normal hacerlo es fundamental para abordar este problema.
Identificar las causas que producen la ira
Publicidad
El primer paso que sugiere Stamateas es identificar y evitar los disparadores que nos llevan a perder el control. Conocer nuestros propios "botones" y evitar situaciones que nos generen frustración es clave. "Es fundamental conocerlos, delegarlos y evitarlos", señala el experto.
Redirigir la ira hacia otras actividades
Publicidad
Stamateas también propone "gastar" la ira de manera constructiva. Sugiere realizar actividades que permitan expresar y liberar estas emociones, como hacer ejercicio, escribir, dibujar, pintar o hablar. "Evitamos que nuestros enojos se encapsulen y terminen alojándose en algún órgano del cuerpo", afirma.
Realizar un diálogo interno
Otro consejo importante es practicar el diálogo interno pacificador. En momentos de ira, es crucial tomar un tiempo para pensar antes de actuar. “Siempre deberíamos detenernos y preguntarnos, ¿Qué me conviene hacer en esta situación?”, aconseja Stamateas.
Esperar entre 20 minutos y dos horas permite que los niveles de cortisol y adrenalina disminuyan, facilitando una perspectiva más clara y decisiones más acertadas.
Publicidad
La ira, aclara el experto, es una emoción natural y esencial que nos impulsa a superar obstáculos sin dañar a otros. Sin embargo, es vital distinguir entre la ira como emoción y la violencia como conducta, que siempre debe ser evitada.
En este sentido, el estudio reciente sobre el enfado, citado por Stamateas, destaca que la ira puede ser útil a la hora de afrontar un reto, pero su manejo adecuado es esencial para evitar consecuencias negativas en las relaciones interpersonales y la salud emocional.
Publicidad
Finalmente, aprender a manejar la ira de manera constructiva no solo beneficia a la persona que la experimenta, sino que también mejora las relaciones interpersonales y promueve un bienestar emocional generalizado.
También puede ver: El mayor arrepentimiento de las mujeres al final de sus vidas, según estudio científico