Sister Hong: filtran sus fotos reales y revelan quién es el hombre detrás del disfraz
Las fotos reales de Sister Hong revelan la verdadera identidad del hombre que usaba filtros, pelucas y maquillaje para engañar a cientos en redes y plataformas de citas.
El caso de Sister Hong ha generado conmoción dentro y fuera de China. Lo que comenzó como un perfil seductor en redes, terminó siendo una trampa para más de 200 hombres. Ahora, tras su captura, las autoridades divulgaron las imágenes reales del individuo, dejando al descubierto su verdadera identidad y poniendo fin al misterio detrás de la falsa mujer.
Este sujeto, cuya identidad ha sido protegida por las autoridades chinas hasta el momento, logró engañar a cientos de hombres con una apariencia completamente fabricada. Usaba maquillaje pesado, pelucas llamativas, ropa femenina suelta y una mascarilla que rara vez se quitaba. Pero lo que realmente terminaba de convencer a sus víctimas era el uso de un modulador de voz que le daba un tono agudo y femenino al hablar.
La revelación se dio luego de su captura, cuando la policía difundió las primeras imágenes del verdadero rostro de Sister Hong. Sin peluca, sin maquillaje y con ropa de hombre, el contraste con su personaje digital dejó en shock a muchos. En las fotos filtradas se puede ver a un individuo de mediana edad, con rasgos duros y completamente alejados de la mujer coqueta que presentaba en sus redes.
Publicidad
Los filtros de belleza y las herramientas digitales hacían gran parte del trabajo. Sin embargo, su estrategia no se limitaba solo a lo visual: también manejaba una narrativa convincente. Se presentaba como una mujer casada, aburrida de su matrimonio, que buscaba encuentros secretos con hombres más jóvenes. Esa historia la repetía en múltiples plataformas de citas y redes sociales, donde aparecía con el apodo de “Tío Rojo” (Hong Jie en chino).
Videos de Sister Hong se difunden en redes sociales
/Foto: redes sociales
Cómo funcionaba la operación de ‘Sister Hong’
A diferencia de otros casos de engaños en línea, este hombre no pedía dinero. En su lugar, solicitaba productos del mercado: frutas, leche, aceite de cocina, papel higiénico y otros artículos de uso diario. Las entregas eran tan frecuentes que los vecinos creían que era una mujer generosa que repartía lo que le sobraba.
Publicidad
Pero la verdadera intención era mucho más elaborada. Las víctimas eran citadas en su apartamento, donde él ya tenía instaladas varias cámaras ocultas. Allí se producían los encuentros íntimos, durante los cuales el sujeto nunca se desvestía completamente. Usaba prendas largas, falda, blusas sueltas y siempre mantenía la mascarilla puesta, lo que impedía que las víctimas notaran que en realidad no era una mujer.
Una vez grabadas, las imágenes eran vendidas en grupos privados de pago. Por esta razón, el hombre ahora enfrenta cargos relacionados con producción y distribución de contenido obsceno, lo que ha abierto un fuerte debate en redes y medios.
Uno de los puntos que más ha dado de qué hablar es la reacción de varias de las víctimas. Algunos hombres, incluso después de descubrir que se trataba de un hombre disfrazado, decidieron continuar con el encuentro. En redes chinas se volvió popular el número “7”, una forma coloquial de decir “ya que vine, sigamos”. Esta respuesta ha generado controversia sobre qué tan claro es el concepto de consentimiento en este tipo de situaciones y si hubo realmente un delito de suplantación o simplemente un caso extremo de engaño digital.
Por ahora, el hombre tras ‘Sister Hong’ permanece detenido y las investigaciones siguen su curso.