En Colombia, las historias insólitas y creativas suelen captar la atención de las redes sociales, y esta vez el protagonista es un vigilante en Cali que dio una excusa bastante peculiar para justificar un problema laboral.
Según se conoció a través de medios locales, el vigilante fue despedido luego de presentarse al trabajo en repetidas ocasiones con un evidente olor a alcohol.
Al ser confrontado por su supervisor, quien percibió el aroma al inicio de un turno, el trabajador afirmó que el olor no era producto de bebidas alcohólicas, sino de una supuesta "Colgate versión navideña", un enjuague bucal con esa fragancia.
Ante la inusual justificación, la empresa decidió realizar una prueba de alcoholemia para verificar la condición del empleado. Los resultados no solo desmintieron su excusa, sino que también confirmaron que presentaba un nivel tres de embriaguez, lo que representa un estado de ebriedad considerable.
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Este hallazgo llevó a la administración a tomar medidas drásticas, argumentando que su estado comprometía la seguridad de las instalaciones y de las personas bajo su vigilancia. Finalmente, se determinó la terminación inmediata de su contrato .
La noticia no tardó en hacerse viral en redes sociales, donde los usuarios se dividieron entre la burla y la crítica. Por un lado, algunos destacaron el ingenio del vigilante para intentar salir del problema, mientras que otros cuestionaron su falta de profesionalismo y responsabilidad en un puesto que exige máxima atención.
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Entre los comentarios más populares se encuentran frases como:
- “Si eso fuera verdad, Colgate tendría la campaña navideña más polémica de la historia”.
- “No se puede negar que los colombianos siempre encuentran una salida creativa, aunque no funcione”.
Aunque el caso generó risas, también pone sobre la mesa la importancia de mantener estándares profesionales en cualquier empleo. Los trabajadores en áreas de seguridad tienen una gran responsabilidad, y situaciones como esta pueden poner en riesgo a las personas que dependen de sus servicios.
Este curioso episodio sirve como recordatorio de que, aunque el ingenio puede sacar sonrisas, en el ámbito laboral es la responsabilidad la que realmente garantiza el éxito y la confianza en el desempeño
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