En medicina forense hay signos que, por su sola apariencia, pueden entregar información importante sobre lo que ocurrió con una persona antes de morir. Uno de estos es el conocido “cono de espuma”, un término que describe una acumulación llamativa de espuma blanca o rosada que sale por la boca y las fosas nasales.
Aunque a simple vista parece un detalle menor, para los especialistas es una señal clave dentro del proceso de análisis de un cuerpo.
Puedes leer: Imágenes fuertes: revelan cómo es la descomposición de un cadáver
Te puede interesar
El cono de espuma suele formarse cuando se mezcla aire con líquidos corporales en los pulmones, generando una especie de burbujeo espeso que asciende por las vías respiratorias hasta salir al exterior.
Esta espuma tiene una textura particular, más densa que la saliva normal, y se mantiene estable por algunos minutos, incluso después de que el cuerpo deja de reaccionar. Por esa razón se convierte en un elemento importante para quienes investigan las causas de un fallecimiento.
Puedes leer: ¿Cuánto tiempo tarda la eutanasia en hacer efecto?
Publicidad
Para los forenses, la presencia, la cantidad y la consistencia del cono de espuma ayudan a reconstruir lo ocurrido. No se trata solo de observar que hay espuma, sino de analizar el color, la textura y el contexto en el que aparece.
Un cono muy abundante, por ejemplo, puede indicar que dentro del cuerpo se generaron procesos internos intensos antes del deceso, mientras que uno más ligero puede estar relacionado con otro tipo de mecanismos fisiológicos. Cada detalle cuenta y se estudia cuidadosamente.
Publicidad
Además, este signo no se analiza de forma aislada. Los expertos lo combinan con otros hallazgos: la posición del cuerpo, lesiones externas, el estado de los pulmones, restos de sustancias en el organismo y hasta el entorno en el que fue encontrado el fallecido. La clave está en integrar toda la información para llegar a una conclusión precisa sobre lo ocurrido.
¿Qué causas de muerte pueden asociarse al cono de espuma?
El “cono de espuma” es un signo que aparece cuando los pulmones acumulan líquido y aire atrapado, generando una mezcla espumosa que sale por boca y nariz.
Aunque muchos lo relacionan con una sobredosis, los forenses explican que puede presentarse en varias situaciones donde la respiración se ve gravemente afectada.
Entre las causas más comunes están:
- Reacciones a sustancias que deprimen la respiración.
- Edema pulmonar agudo, por acumulación severa de líquido.
- Ahogamiento, cuando el agua ingresa a las vías respiratorias.
- Complicaciones cardiacas que terminan afectando los pulmones.
- Infecciones respiratorias graves que generan congestión extrema.