La tragedia que envuelve la muerte de Jerónimo Angulo, un niño de apenas tres años, ha sacudido a la comunidad, dejando una estela de horror y dolor. Según relató un hermanito del pequeño, a las autoridades, observaron cómo el padrastro llevó al niño a una habitación de la casa para golpearlo en repetidas ocasiones.
Este testimonio cobra aún más relevancia después de que Medicina Legal determinara que Jerónimo falleció a causa de un trauma abdominal severo provocado por un mecanismo contundente. La necropsia reveló que el pequeño presentó múltiples traumas en diversas partes de su cuerpo, incluyendo cráneo, torso, pelvis, tórax y extremidades. Especialmente alarmante resulta el descubrimiento de posibles lesiones en la espalda y el tórax, lo que sugiere que el agresor pudo haber pateado al niño hasta causarle la muerte.
En medio del estremecimiento por la brutalidad del crimen, las autoridades no descartan que Jerónimo haya sido víctima de violencia sexual y tortura. Si se confirma la responsabilidad de Giovanni Andrés Díaz, el padrastro de Jerónimo, no solo enfrentaría cargos por homicidio agravado, sino también por actos sexuales y tortura.
Se sabe que existen antecedentes de violencia contra el pequeño, con dos denuncias previas por agresiones de parte de Díaz. Vecinos del barrio Carlos Lleras, donde ocurrió el crimen, también indicaron que el niño era maltratado por el padrastro. Una pieza clave en la investigación es un video captado por una cámara de seguridad, que muestra a Díaz llevando una lona verde hacia un sector conocido como La Aguadita. Cuando se le preguntó sobre el contenido del costal, Díaz respondió que era "basura". Sin embargo, las autoridades encontraron el cuerpo de Jerónimo dentro de esa misma lona, lo que aumenta las sospechas sobre la participación de Díaz en el horrendo crimen.
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Jerónimo Angulo era el único hijo biológico de su madre, quien ahora se enfrenta a una insondable pérdida. Ella y Díaz tenían juntos cinco hijos, quienes actualmente están bajo la protección de Bienestar Familiar. Una de las hipótesis que se manejan es que el presunto asesino albergaba resentimiento hacia el niño por no ser su hijo biológico. Este lamentable suceso ha dejado a la comunidad consternada y exige justicia para Jerónimo, un inocente que sufrió un destino cruel a manos de quien debería haberlo protegido.
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