Un estremecedor caso de abuso sexual, que ocurrió en los primeros meses del 2022, y en el que una pequeña fue tocada de manera indebida por su profesor de matemáticas, aún sigue causando conmoción; los hechos ocurrieron en un colegio ubicado en Ciudadela Colsubsidio, en Bogotá.
Aunque el profesor de 30 años fue capturado a los pocos días del hecho en su lugar de residencia y le fueron imputados delitos por actos sexuales en menor de 14 años, se conocieron detalles de cómo la niña pudo alertar sobre el abuso del que estaba siendo víctima; una seña que fue entendida por un compañerito que no duró en reaccionar para auxiliarla.
En una entrevista con El Tiempo, la madre de la víctima reveló que fue a través de una llamada de la pequeña que supo que algo no estaba bien, pues se suponía debía estar en clases. La niña, de tan solo ocho años, le rogó que la ayudara.
“Yo trataba de explicarle que no podía, pero cuando la sentí llorar, nerviosa, inmediatamente salí corriendo para allá. Me enteré de todo lo que le había hecho a mi hija su propio profesor de matemáticas", indicó la mujer.
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Al llegar a la institución educativa, el profesor ya había huido; sin embargo, la pequeña pudo entregarle detalles a su madre del horror que había vivido frente a todos sus compañeritos.
Todo ocurrió el 7 de febrero de 2022 en el aula de clase, cuando la menor decidió dirigirse a su profesor para preguntarle sobre algunos ejercicios matemáticos; sin embargo, este, en lugar de guiar a la pequeña, la tomó de la nuca y poco a poco fue bajando su mano hasta tocar las partes íntimas de la niña.
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Paralizada, la pequeña recordó una seña que le habían enseñado para alertar a las demás personas de que corría peligro: abrió y cerro el puño repetitivamente.
En ese momento, uno de sus compañeritos, quien también conocía la seña, se levantó y se acercó a ella, evitando que el abusador continuara con su cometido. Acto seguido, la niña cayó aterrada y casi en shock, al ser auxiliada por su compañerito se levantó rápidamente y corrió en busca de un celular para comunicarse con su mamá.
Mientras la pequeña contaba lo que le había sucedido minutos antes, el profesor aprovechó para emprender la huida pero a las pocas horas fue capturado en el barrio Villa de los Alpes, donde vivía.
“Alguien le había explicado que eso estaba mal. Fue tan inteligente que nos dijo que si ella hubiera tenido el celular habría grabado a su agresor. Sabía que podía pedir ayuda a través de un gesto. Los padres tienen que darse cuenta de la importancia de que los niños sepan cómo denunciar", mencionó el fiscal encargado del caso.
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