
No todos los dolores son simples molestias pasajeras. Algunos, por más comunes que parezcan, pueden estar avisando que algo más serio está ocurriendo en el cuerpo.
Aunque la mayoría de las veces no se trata de nada grave, ciertos tipos de cáncer comienzan con dolores que la gente suele ignorar o confundir con otros problemas.
Te puede interesar
Aquí te contamos cuáles son esos dolores aparentemente normales que, si se vuelven persistentes o empeoran sin explicación, podrían ser señal de alerta.
1. Dolor de espalda baja
Es uno de los dolores más comunes, pero cuando se vuelve constante y no mejora con reposo, podría estar relacionado con cáncer de ovario, próstata o incluso con algunos tipos de cáncer de colon o páncreas. Si además hay hinchazón o fatiga, lo mejor es consultar.
2. Dolor de cabeza continuo
Un dolor de cabeza que aparece todos los días, especialmente si se intensifica o viene acompañado de visión borrosa, vómito o dificultad para hablar, merece atención. Aunque lo más común es que sea una migraña o estrés, en algunos casos puede estar ligado a tumores cerebrales.
Publicidad
3. Dolor en el pecho o dificultad al respirar
Puede confundirse con un resfriado o una molestia muscular, pero si el dolor en el pecho persiste, se vuelve punzante y se acompaña de tos seca o con sangre, es clave hacerse revisar. En algunos casos, podría ser una señal temprana de cáncer de pulmón.
4. Dolor de estómago frecuente
El típico dolor abdominal que no cede, viene con pérdida de apetito, náuseas o sensación de llenura rápida, puede ser un síntoma relacionado con cáncer de estómago, colon o páncreas. No hay que asumir que es solo indigestión si ocurre muy seguido.
Publicidad
5. Dolor pélvico o abdominal en mujeres
Cuando el dolor en la parte baja del abdomen se mantiene durante semanas o meses, o viene acompañado de sangrados anormales, puede estar relacionado con cáncer de ovario o cuello uterino. Muchas mujeres lo asocian con el ciclo menstrual, pero es importante prestarle atención si es persistente.
6. Dolor al tragar
Al principio parece una molestia en la garganta por gripa o alergias. Pero si se vuelve recurrente, doloroso y va acompañado de pérdida de peso o sensación de algo atascado, podría tratarse de un síntoma de cáncer de esófago o garganta.
¿Cuándo preocuparse?
No se trata de alarmarse por cada dolor, sino de observar el cuerpo. Si un dolor se presenta todos los días, empeora con el tiempo o viene acompañado de otros síntomas como fiebre, pérdida de peso, sangrados o fatiga extrema, lo recomendable es visitar al médico.
Recordemos que detectar el cáncer a tiempo puede marcar la diferencia, y el cuerpo casi siempre avisa. Solo hay que saber escucharlo.
Puedes ver | Diva Jessurum: La cruda verdad del cáncer y la lucha "no romantizada" por su vida