El gobierno nacional, por medio del Ministerio de Hacienda, dirigido por Germán Ávila, propuso en los últimos días modificar dos de los temas más controversiales del actual proyecto de reforma tributaria.
Los imluestos al consumo de bebidas alcohólicas, particularmente la cerveza, y el impuesto al carbono, que encarece los combustibles, podrían ser retirados antes de que la ley avance hacia su votación definitiva.
Lee también: ¿Dónde queda Uzbekistán, país que enfrentará la selección Colombia en el Mundial 2026?
Según el Ministro de hacienda, la decisión busca facilitar la aprobación de la reforma, cuyo objetivo es recaudar unos 16,3 billones de pesos, cifra que representa una reducción frente a los 26,3 billones inicialmente planteados.
Con estos ajustes, el Gobierno espera evitar el rechazo en las comisiones económicas del Congreso.
Los impuestos en cuestión generaron fuerte rechazo desde su anuncio, pues el aumento sobre bebidas alcohólicas generó críticas de consumidores y productores, mientras que el impuesto al carbono influiría en el precio final de combustibles, con posibles efectos en el costo de vida e inflación.
Puedes ver:
¿El impuesto de cerveza y gasolina podría afectar a los colombianos?
El impuesto al consumo de alcohol fue visto como una carga adicional, especialmente para consumidores regulares de cerveza, una bebida popular en el país. Las autoridades contemplaban imponer un impuesto que daría un valor adicional para estos productos, algo que muchos consideraron injusto.
Por otra parte, el impuesto al carbono, que terminaría elevando el precio de la gasolina, agregando unos 100 pesos por litro, generaba preocupación por su impacto en la movilidad y en los costos del transporte, con posibles repercusiones en la inflación y en el bolsillo de los colombianos.
Publicidad
Además, estos impuestos se encontraban entre los más cuestionados del proyecto de reforma, junto con otras medidas como los impuestos a patrimonio, gravámenes a empresas financieras o impuestos sobre productos de consumo masivo.
Te puede interesar: Banco Agrario adelanta Navidad y consigna hasta 500 mil en diciembre, ¿estás en lista?
¿Por qué se va a eliminar el impuesto de la cerveza y la gasolina?
La estrategia del Gobierno apunta a suavizar los puntos más polémicos del proyecto para asegurar su aprobación en el Congreso. Con una meta de recaudo inferior, 16,3 billones, se reducen las cargas sobre los sectores más sensibles del consumo.
Publicidad
Con ello, el gobierno intenta evitar que la ley se pierda en las comisiones económicas, lo que obligaría a convocar sesiones extraordinarias y retrasaría la implementación del presupuesto de 2026.
De mantenerse esta propuesta, entrarían en vigencia impuestos que afectan principalmente a quienes tienen mayores ingresos o patrimonios, mientras alivian la carga sobre el consumo cotidiano y los combustibles, lo que podría moderar el impacto de la inflación sobre hogares tradicionales.
Puedes leer:
Aunque la eliminación de estos tributos aliviaría al ciudadano común, la reforma aún depende de la aprobación del Congreso. Si no consigue los votos necesarios en las comisiones, el proyecto podría no ejecutarse, obligando a convocar sesiones extraordinarias para buscar alternativas.
Además, se mantiene la presión sobre otros impuestos que generan recaudo considerable, tales como el consumo de tabaco, gravámenes a personas jurídicas, patrimonio, entre otros instrumentos diseñados para compensar la pérdida de ingresos.
Expertos económicos advierten que, de trasladar en mayores impuestos sobre bienes, servicios y renta, el alivio parcial podría ser opacado por incrementos en otros rubros, impactando la economía de manera indirecta.
El proyecto avanza ahora hacia las comisiones económicas del Congreso a la espera de si la eliminación de estos dos impuestos logra generar consenso suficiente. En las próximas semanas se definirá definitivamente si la reforma tributaria continúa su trámite o si necesita nuevos ajustes.