El panorama para la obtención de la licencia de conducción en Colombia experimentará una transformación fundamental a lo largo de 2025 y 2026, introduciendo procedimientos más rigurosos y tarifas actualizadas que impactarán significativamente el bolsillo de los ciudadanos.
La meta declarada por el Ministerio de Transporte es robustecer la transparencia, combatir el fraude en la certificación de conductores y, por ende, fortalecer la seguridad vial en el país.
Puedes leer: ¿Motos eléctricas al fin sí pueden circular por ciclorutas? Se abre intenso debate
Cabe recordar que la licencia de conducción es un documento público, personal e intransferible, definido por el Registro Único Nacional de Tránsito (Runt), considerado un requisito legal indispensable para circular, al igual que el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (Soat).
Conducir sin este permiso constituye la infracción D01, que en 2025 conlleva una multa ajustada de $1.207.800, además de la inmovilización del vehículo.
El cambio estructural se centra en la puesta en marcha de los Centros de Apoyo Logístico y de Evaluación (CALE), entes que asumirán la vigilancia y calificación estricta de los exámenes teóricos y prácticos finales.
Este nuevo sistema sustituye la gestión tradicional de pruebas que estaba en manos de los Centros de Enseñanza Automovilística (CEA).
Los CEA seguirán siendo los encargados de la formación obligatoria, que incluye módulos teóricos y prácticos sobre señalización, ética, mecánica básica y seguridad vial, tal como lo exige la Resolución 3245 de 2009.
Por ejemplo, el curso para automóviles particulares (licencia B1) dura 50 horas (30 teóricas y 20 prácticas), mientras que el curso A2 para motocicletas consta de 43 horas totales.
Puedes leer: Cursos de conducción GRATIS para mujeres motociclistas; fecha y hora
La clave de la reforma es la independencia. Anteriormente, el mismo centro que capacitaba al aspirante también lo evaluaba, lo que resultaba en que "prácticamente todos los estudiantes pasaban los exámenes".
Ahora, los CALE serán entes externos y sin relación con las escuelas de conducción, lo que garantiza que solo aprueben quienes demuestren estar verdaderamente preparados.
La separación de la formación y la evaluación implica un aumento directo en el valor total del trámite. Según un experto, este proceso Podría salir mucho más caro, como lo explica en el siguiente video:
Los usuarios deberán pagar por separado la formación en los CEA y los exámenes presentados ante los CALE.
A los costos de formación (que en 2025 varían entre $999.900 y $1.390.000 para la categoría B1 y entre $850.000 y $1.090.000 para la A2, según reportes de academias), se suman las nuevas tarifas de evaluación del CALE:
Tipo de Examen | Categorías de Licencia | Costo Establecido (2025) |
---|
Examen Teórico | Todas | $115.520 |
Examen Práctico | A1 y A2 (Motocicletas) | $485.184 |
Examen Práctico | B1 y C1 (Particulares y Servicio Público) | $582.220 |
Examen Práctico | B2 y C2 | $639.980 |
Examen Práctico | B3 y C3 | $896.435 |
Adicionalmente, se debe considerar el costo del trámite ante el Runt, que es de $227.500 para la categoría A2 y $274.800 para la B1.
En cifras totales, completar el proceso para obtener una nueva licencia A2 supera los $1.800.000, mientras que para la B1, el gasto alcanza un total de $2.172.540, si se suman la formación, los exámenes y el registro.
Un punto crítico es que cada fallo en cualquiera de las pruebas obliga al aspirante a pagar el valor íntegro de la prueba nuevamente, sin la posibilidad de descuentos. Por ello, el mensaje es claro: "Reprobar significa pagar otra vez".
Requisitos adicionales para conductores con discapacidad auditiva
La normativa del Código Nacional de Tránsito (CNT) no solo aplica a la población general, sino que también establece condiciones específicas para ciertos ciudadanos, como aquellos con discapacidad auditiva.
Estas disposiciones buscan garantizar la accesibilidad y la atención diferencial, permitiendo que estos conductores se desenvuelvan de manera segura en las vías.
Puedes leer: ¿Fotomultas camufladas? Así funcionan los sensores de los semáforos públicos en Bogotá
Las exigencias varían según el grado de pérdida auditiva:
- Pérdida auditiva leve (26 a 40 decibeles): El ciudadano puede obtener la licencia cumpliendo los mismos requisitos que cualquier otro solicitante, sin requerir adaptaciones especiales en el vehículo.
- Pérdida auditiva moderada (41 a 55 decibeles): Se exige al solicitante incorporar ayudas visuales adicionales al vehículo para compensar la limitación sensorial. Además, el automóvil debe portar de manera visible el símbolo de identificación de la discapacidad auditiva, y en la casilla de restricciones de la licencia debe quedar registrada la condición del titular para facilitar la supervisión de las autoridades de tránsito.
Es fundamental que los aspirantes se preparen a fondo, ya que el nuevo sistema "exige mayor preparación". Quienes ya poseen una licencia vigente no necesitan, por el momento, presentar nuevos exámenes, aunque la resolución deja abierta la posibilidad de que futuras renovaciones también requieran someterse a pruebas.