La inigualable personalidad de Diomedes Díaz sigue generando titulares, incluso una década después de su partida. Conmemorando el décimo aniversario de su fallecimiento, se han revelado curiosidades sobre el carismático cantante vallenato, y una de ellas resalta su peculiar enfoque en la higiene personal.
Entre los recuerdos compartidos por aquellos cercanos al legendario 'Cacique de la junta', el manager Joaquín Guillén desveló una particular costumbre que parecía ser parte del encanto de Diomedes. Según Guillén, el cantante tenía un secreto bien guardado: no le gustaba bañarse. Esta idiosincrasia sorprendió a muchos, pero parece haber sido una peculiaridad que no afectó su éxito.
El relato de Guillén ofrece una anécdota reveladora sobre el aroma característico del artista. En una visita a la finca de Diomedes, luego de días sin verlo, el encuentro dejó una impresión indeleble en Guillén: el cantante lo recibió en un estado que evidenciaba su falta de aseo, al punto que su olor era bastante fuerte. A pesar de las observaciones, Diomedes respondió con una convicción inquebrantable, asegurando que su aroma era propio de un hombre.
Sin embargo, para mitigar este aspecto, Diomedes llevaba consigo un trapo impregnado con agua de la botella de María Farina, buscando disimular su olor en situaciones relevantes o reuniones importantes.
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El cantante, con su característica franqueza, defendía su particular punto de vista sobre la higiene, argumentando que los leones, entre más hediondos fueran, más atractivo resultaban para las leonas. Esta singular perspectiva revela un aspecto más del carácter carismático y seguro de sí mismo que lo caracterizó a lo largo de su vida.
A pesar de esta excentricidad, Diomedes Díaz sigue siendo recordado como un ícono del vallenato, su legado musical y su carisma prevalecen en el corazón de sus seguidores, dejando una huella imborrable en la historia de la música colombiana.
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