La controversia estalló sin previo aviso en Bucaramanga tras conocerse los chats internos que, según denuncian concejales de la ciudad, habrían sido clave para decidir procedimientos de eutanasia sobre dos perros sin que existiera un sustento médico claro.
El tema puso en alerta a organizaciones, dueños de mascotas y ciudadanos que siguen de cerca el trabajo de la Unidad de Bienestar Animal (UBA), un espacio creado justamente para proteger a los animales más vulnerables.
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Desde el Concejo de Bucaramanga, los corporados Camilo Machado y Carlos Parra encendieron las alarmas. Ellos aseguran que el manejo de algunos procedimientos dentro de la UBA está lejos de los protocolos que deberían aplicarse.
Lo que más llamó la atención fue la aparición de un chat alterno, creado por contratistas del lugar, donde al parecer se definían acciones sin reportarlas oficialmente.
Revelan chats de veterinarios burlándose tras decisiones de aplicación de eutanasia
El concejal Parra explicó que las primeras sospechas surgieron tras varias quejas ciudadanas. Según él, habían recibido reportes sobre decisiones tomadas “en medio de faltas éticas”, especialmente cuando se trataba de animales que ingresaban en condiciones favorables, pero que en las instalaciones terminaban con diagnósticos que cambiaban su pronóstico por completo.
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Ese fue el caso de Hermes y Taz, dos cachorros que ingresaron estables y que, con el paso de los días, terminaron contagiados de moquillo. A partir de ahí, habría comenzado la conversación en el chat paralelo que hoy tiene a la UBA bajo lupa.
Las pruebas que presentaron los concejales ante los medios revelan diálogos en los que algunos funcionarios usaban expresiones directas para decidir el destino de los animales.
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En uno de esos mensajes, una de las funcionarias propone “dar de baja” a los cachorros. Lo más llamativo es que, según la denuncia, la directora de Bienestar Animal, Laura Acosta, habría avalado el procedimiento y preguntado a una veterinaria si podía encargarse. La respuesta positiva fue recibida con un mensaje que, de acuerdo con las capturas, decía: “okis, entonces alócate, haz tu magia”.
Machado detalló que el grupo de WhatsApp llevaba por nombre “Temas Picantes” y que, supuestamente, servía para coordinar acciones lejos de la vista de otros empleados. Incluso sostuvo que los procedimientos se habrían realizado mientras una técnica del equipo estaba ausente, aprovechando su hora de almuerzo para evitar testigos.
A esto se suman otras denuncias: según los corporados, el mismo día en que se tomaban estas decisiones se solicitaba recoger de inmediato las bolsas rojas donde se depositaban los restos de los animales. La intención, aseguran, era que no quedaran rastros visibles de lo que estaba ocurriendo dentro de la unidad.
La ciudadanía exige claridad, mientras en el Concejo ya hablan de la necesidad de revisar contratos, procesos y responsabilidades.
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