El caso de Antonio Famoso ha dejado a toda España con la boca abierta. Su cuerpo fue encontrado este fin de semana en su propio apartamento, quince años después de haber muerto sin que nadie lo notara. El hallazgo ocurrió en la ciudad de Valencia y ha generado una mezcla de sorpresa y desconcierto entre los vecinos y las autoridades.
Antonio vivía en un edificio de varios pisos, en una zona tranquila de la costa mediterránea. Según contaron los vecinos a El País, era un hombre reservado, que casi no hablaba con nadie y prefería mantenerse al margen de las conversaciones. “No se metía con nadie, era muy callado”, comentó una vecina del inmueble, asegurando que cuando dejó de verlo, todos supusieron que se había ido a vivir a una residencia de ancianos.
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Lo más impactante del caso es que durante todos estos años nadie sospechó nada. Las facturas seguían pagándose puntualmente, y su pensión continuaba siendo depositada mes a mes en su cuenta bancaria. Así, todo parecía en orden. Nadie imaginó que dentro del apartamento de Antonio había quedado una historia congelada en el tiempo.
El descubrimiento se dio de manera completamente casual. Las fuertes lluvias que cayeron el fin de semana en Valencia provocaron que el desagüe del edificio se obstruyera. El agua comenzó a filtrarse a los pisos inferiores, y lo que llamó la atención de los vecinos fue el color oscuro y el mal olor del líquido que se escurría por las paredes.
Alarmados por la situación, llamaron a los bomberos y a la Policía Nacional. Al ingresar al apartamento del último piso, se toparon con una escena que parecía sacada de una película: el cuerpo momificado de Antonio, rodeado de polvo, excrementos de palomas, insectos y restos de aves que habían anidado allí durante años.
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Así era la vida de Antonio antes de fallecer
De acuerdo con las primeras investigaciones, Antonio habría muerto alrededor del año 2010, cuando tenía unos 71 años. En la actualidad tendría 86. Había nacido en 1936, se había divorciado hacía años y había perdido contacto con sus hijos. No tenía familiares cercanos que lo visitaran ni vecinos que sospecharan que algo le había pasado.
La razón por la que nadie notó su ausencia fue simple pero trágica: sus cuentas seguían activas. La pensión se depositaba de manera automática, y los pagos de los servicios estaban domiciliados. Es decir, todo se cubría directamente desde su cuenta bancaria. Así, la vida de Antonio continuó “normal” en los registros, mientras su apartamento quedaba en total abandono.
El descubrimiento generó conmoción en Valencia y abrió un debate sobre la soledad de los adultos mayores que viven solos. Las autoridades investigan los detalles del hallazgo y buscan determinar si alguien más tenía acceso a sus cuentas o si existieron omisiones administrativas que permitieron que el caso pasara desapercibido durante tanto tiempo.
Por ahora, el apartamento donde fue hallado Antonio permanece sellado mientras las autoridades realizan las labores de limpieza y verificación forense. Lo cierto es que su historia se ha convertido en una de las más sorprendentes del año en España.