María del Carmen Chay, una mujer de Guatemala, fue absuelta de toda responsabilidad tras asesinar a su esposo luego de que el hombre arrojara un líquido hirviendo sobre su hijo recién nacido; la mujer lo mató a puñaladas.
Las autoridades pudieron determinar que el padre del menor, al parecer en un episodio de rabia, arrojó atole, una bebida de origen prehispánico reconocida en Centroamérica, mientras hervía.
En respuesta, María del Carmen, tomó justicia por mano propia y le propinó varias puñaladas al hombre hasta causarle la muerte.
Aunque la mujer de 20 años fue detenida de manera inmediata, un colectivo que vela por los derechos de los ciudadanos indígenas en Guatemala se puso frente al caso y celebró la liberación de la mujer tras determinarse que actuó en defensa del menor.
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En ese sentido, las autoridades también determinaron que la joven madre fue víctima de abuso desde los 14 años de edad por parte del hombre y que habría sido obligada a casarse con él.
Finalmente, se llegó a la conclusión que la respuesta violenta de la mujer se debió a un contexto de violencia y que, actuó para defender su vida, la del bebé atacado y la de sus otros hijos, por lo que se ordenó su libertad inmediata.
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El Colectivo Artesana añadió a su agradecimiento que tanto el Ministerio Público como los abogados actuaron con perspectiva de género. Por el momento, se desconoce el estado de salud actual del pequeño.