
Cada 11 de junio, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Próstata, una fecha crucial que nos recuerda la importancia de la prevención y la detección temprana de esta enfermedadque afecta a millones de hombres en el mundo.
En este contexto, la adopción de hábitos saludables y la comprensión de los factores de riesgo se vuelven fundamentales. A continuación, exploramos siete pasos esenciales, respaldados por evidencia científica, que todo hombre debería considerar para reducir significativamente su riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
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1. Mantén un peso saludable: La obesidad ha sido consistentemente vinculada con un mayor riesgo de cáncer de próstata agresivo. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Oncology en 2017 destacó que la obesidad central, en particular, se asocia con un pronóstico más desfavorable.
Mantener un Índice de Masa Corporal (IMC) dentro de un rango saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular es una de las estrategias más efectivas.
2. Adopta una dieta rica en frutas y verduras: Numerosas investigaciones sugieren que una dieta rica en antioxidantes, presentes en frutas y verduras, puede proteger contra el daño celular que conduce al cáncer. El Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. enfatiza la importancia de consumir una variedad de colores.
Lo anterior asegura una ingesta diversa de vitaminas y fitoquímicos. Específicamente, el licopeno, abundante en tomates cocidos, ha mostrado propiedades prometedoras en algunos estudios, aunque se necesita más investigación para establecer una relación causal directa.
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3. Limita el consumo de carnes rojas y procesadas: Un metaanálisis de 2012 publicado en el Journal of the National Cancer Institute encontró una asociación entre un alto consumo de carnes rojas y procesadas y un mayor riesgo de cáncer de próstata.
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Se recomienda limitar la ingesta y optar por fuentes de proteína magra como pescado, pollo, frijoles y lentejas.
4. Incorpora grasas saludables en tu dieta: Las grasas saludables, como las que se encuentran en el pescado azul (salmón, sardinas), las nueces, las semillas y el aguacate, son ricas en ácidos grasos omega-3.
Investigaciones de la Universidad de Harvard han sugerido que estos ácidos grasos pueden tener propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas.
5. Realiza ejercicio regularmente: La actividad física regular no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también ha sido asociada con una reducción del riesgo de cáncer de próstata.
La Sociedad Americana del Cáncer recomienda al menos 150 minutos de actividad de intensidad moderada o 75 minutos de actividad de intensidad vigorosa a la semana.
6. Considera la suplementación con precaución y bajo supervisión médica: Si bien algunos estudios han investigado el papel de suplementos como la vitamina D o la vitamina E en la prevención del cáncer de próstata, los resultados han sido mixtos y a veces contradictorios.
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La Clínica Mayo advierte que la suplementación sin supervisión médica puede ser ineficaz e incluso perjudicial. Siempre consulta a tu médico antes de tomar cualquier suplemento.
7. Habla con tu médico sobre tu historia familiar y factores de riesgo: La genética juega un papel importante en el riesgo de cáncer de próstata. Si tienes antecedentes familiares de la enfermedad, es crucial discutirlo con tu médico.
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Un estudio de 2018 en European Urology reafirmó la importancia de la historia familiar como un factor de riesgo independiente. Tu médico podrá asesorarte sobre las pruebas de detección adecuadas y el momento oportuno para realizarlas, incluso si aún no presentas síntomas.