Cuando se trata de relaciones amorosas, a menudo nos encontramos repitiendo patrones que parecen familiares y, en su mayoría, resultan siendo comportamientos desafortunados o que solo traen afectación.
Por ejemplo el sufrimiento, los celos obsesivos, la necesidad de atención o, por el contrario, la dificultad para expresar cariño y el rechazo al compromiso son algunos de esos comportamientos que para muchas personas resultan inexplicables.
Sin embargo, expertos en psicoanálisis aclaran que sí existe una explicación para dichos patrones y que, muchos de estos, son reflejo de vivencias de la infancia que terminan marcando el comportamiento adulto.
Según el renombrado psicoanalista británico John Bowlby, citado por el portal 'Enfemenino', la manera en que interactuamos con nuestros cuidadores durante la niñez marca una huella profunda en nuestra forma de relacionarnos en la adultez; y de ahí se derivan los llamados apegos.
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El experto se pronuncia sobre esta teoría del apego, de la que se viene hablando desde mediados del siglo pasado, y da una explicación de por qué nos comportamos de ciertas maneras en el amor.
Según Bowlby, nuestras interacciones con los cuidadores durante la niñez, especialmente papá y mamá, dejan una profunda impresión en la forma en que nos relacionamos en la adultez. Estos apegos, que pueden ser ansiosos, evitativos, seguros o desorganizados, pueden moldear significativamente nuestras relaciones de pareja.
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Y es allí donde muchos psicólogos y psicoanalistas encuentran la razón al sufrimiento de muchas personas con sus parejas; pues en varios casos son reflejo de un vacío en la niñez.
Los cuatro apegos de la infancia que te llevan a relaciones tóxicas
1. Apego Ansioso: Buscando seguridad constante
En este tipo de apego es probable que busques constantemente la aprobación y cercanía de tu pareja. Experimentas ansiedad cuando no estás con ella y temes ser rechazado. La necesidad de validación y miedo a la soledad son características comunes en este tipo de apego.
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2. Apego Evitativo: Independencia extrema
Cuando tienes apego evitativo tiendes a ser emocionalmente independiente. Prefieres mantenerte a distancia de las relaciones profundas y puedes sentirte incómodo ante muestras de afecto intensas. La búsqueda de autonomía puede llevarte a evitar la intimidad emocional.
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3. Apego Seguro: Confianza y comunicación abierta
Ante el apego seguro tienes una sólida autoestima y confianza en ti mismo. te sientes cómodo expresando tus emociones y no temes la intimidad. Comunicas abierta y directamente tus necesidades y confías en tu capacidad para resolver conflictos.
4. Apego Desorganizado: Alternando entre búsqueda y huida
Este tipo de apego es una mezcla entre el ansioso y el evitativo. Puedes alternar entre la necesidad desesperada de cercanía y el rechazo repentino de la misma. Esto puede dificultar la estabilidad en las relaciones y generar confusión tanto para ti como para tu pareja.
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Aunque muchos de estos apegos son desconocidos por las personas, expertos hablan de la importancia de reconocerlos e identificarlos para poder trabajarlos y evitar así que estos patrones terminen afectando las relaciones entre adultos.
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