Las "llamadas fantasmas" han venido plagando los teléfonos móviles de muchos usuarios, y su impacto no se limita a una simple molestia. Con el aumento de la inseguridad informática y la proliferación de estafas, estas llamadas que se cortan abruptamente al contestar pueden desencadenar una variedad de emociones, desde frustración hasta una seria preocupación por la seguridad personal y financiera. Entonces quieres saber realmente ¿por qué llaman y cuelgan?
La incertidumbre que rodea a estas llamadas es comprensible. La gente en muchas oportunidades se pregunta quién está detrás de ellas y qué intentan lograr. Son preguntas que rondan la mente de aquellos que han sido blanco de esta perturbadora tendencia. A menudo, al responder, nos encontramos con un silencio inquietante del otro lado de la línea antes de que la llamada se desconecte misteriosamente. ¿Qué hay detrás de este comportamiento aparentemente inexplicable?
Estas llamadas, comúnmente conocidas como "spam" o "llamadas fantasma", son solo la punta del iceberg de una serie de estafas telefónicas que representan una amenaza tangible para aquellos que no están preparados para enfrentarlas. Entre ellas, se destacan dos formas comunes de fraude: el "vishing" y el "Wangiri".
El "vishing", derivado del término inglés "voice" (voz) y "phishing", implica que un estafador se haga pasar por una entidad legítima, como un banco, con el objetivo de obtener información confidencial, como números de cuenta o identificación personal, bajo falsos pretextos.
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Por otro lado, el "Wangiri", cuyo nombre proviene del japonés para "llamada y corte", implica que la llamada se interrumpa tan pronto como la víctima responde, con la intención de provocar que devuelva la llamada, lo que podría generar ingresos para el estafador.
Pero, ¿por qué estas llamadas fantasma son tan comunes? Una explicación simple podría ser el uso de sistemas de marcación predictiva por parte de los centros de llamadas de telemarketing. Cuando el sistema no detecta una respuesta inmediata, la llamada se corta automáticamente, dejando al destinatario desconcertado y posiblemente vulnerable a futuros intentos de estafa.
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Ante esta creciente amenaza, es crucial adoptar medidas preventivas. Bloquear números desconocidos, utilizar aplicaciones de identificación de llamadas, resistir la tentación de devolver llamadas sospechosas y, en caso necesario, denunciar estas actividades fraudulentas son pasos fundamentales para protegerse contra posibles ataques.
En un mundo cada vez más conectado, la vigilancia y la conciencia son nuestras mejores defensas contra las llamadas fantasmas y otras formas de fraude telefónico.
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