Zulma Guzmán decidió hablar. Después de semanas de silencio y señalamientos públicos, la empresaria apareció desde el exterior para dar su versión sobre el caso que ha generado conmoción y múltiples interrogantes.
Desde el inicio fue directa: asegura que no tuvo participación alguna en lo ocurrido con las menores y sostiene que su nombre terminó involucrado por una razón personal que, según ella, hoy pesa más que cualquier prueba.
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Guzmán explicó que su imagen ha sido expuesta y cuestionada sin que, a su juicio, exista un sustento claro que la vincule de manera directa con los hechos investigados. Afirma que la narrativa en su contra se construyó rápidamente y que el foco se desvió hacia su vida privada, especialmente por una relación sentimental que mantuvo en el pasado con el padre de una de las menores.
Según su relato, ese vínculo fue secreto durante años y, cuando salió a la luz, se convirtió en el principal argumento para señalarla. “Me culpan por haber sido amante”, aseguró, dejando claro que considera injusto que una relación personal sea usada como base para relacionarla con una situación tan delicada.
En medio de la entrevista concedida a Focus, Zulma Guzmán explicó por qué salió del país antes de que el caso tomara fuerza pública. Aclaró que su viaje se dio por razones académicas y laborales, compromisos que ya estaban planeados con antelación. Rechazó que su salida tenga relación con una intención de evadir a las autoridades y aseguró que su disposición es enfrentar el proceso por las vías legales correspondientes.
Zulma Guzmán dice que no envió ningún producto envenenado
La empresaria también se refirió a la orden de captura internacional solicitada en su contra. Dijo que esta situación la tomó por sorpresa y que, desde su perspectiva, hace parte de una estrategia que busca responsabilizarla sin que, hasta ahora, se haya demostrado su intervención directa en los hechos. Insistió en que no tuvo control sobre ningún envío ni contacto con el producto que, según la investigación, habría causado el deterioro de la salud de las menores.
El caso que rodea a Guzmán se originó tras el fallecimiento de dos niñas que presentaron un cuadro grave luego de consumir unas frambuesas que llegaron a su vivienda mediante un servicio de domicilio. Con el paso de los días, las autoridades confirmaron que el alimento contenía talio, una sustancia altamente tóxica, lo que abrió una investigación amplia para establecer responsabilidades.
¿Una mujer de la familia también murió por talio?
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Uno de los elementos que llamó la atención durante el proceso fue que, según información conocida dentro del expediente, la madre de una de las menores, fallecida años atrás, también habría presentado rastros de talio en su organismo. Ese dato llevó a los investigadores a ampliar el análisis del entorno familiar y de las personas cercanas.
Frente a ese contexto, Guzmán reiteró que nunca tuvo intención de causar daño y que su relación con el padre de una de las niñas no puede convertirse automáticamente en una prueba en su contra. Asegura que no tuvo acceso a la vivienda, no coordinó entregas ni participó en decisiones que hoy están bajo revisión.
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Mientras la investigación avanza, el caso sigue generando debate público. Para algunos, las preguntas aún superan las respuestas; para otros, la aparición de Zulma Guzmán es clave para entender una versión distinta de los hechos. Por ahora, su defensa se centra en demostrar que los señalamientos, según ella, están basados más en su vida personal que en pruebas concretas.
Las autoridades continúan recopilando información técnica y testimonios para esclarecer lo ocurrido.