El verano en Europa es quizá la época del año más esperada por sus ciudadanos, cambiando por completo la rutina y siendo la excusa perfecta para vacacionar, es por esto que los planes de ir a las playas o incluso a nadar en piscinas es el pan de cada día en países como España.
Sin embargo, el cuidado y los protocolos de seguridad deben ser estrictos, puesto que los accidentes pueden aguar la fiesta. Este fue precisamente el caso de una familia que atraviesa una tragedia, puesto que perdieron a dos de sus integrantes de una terrible manera.
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El hecho ocurrió en una piscina comunitaria de Santa Ponça, en la isla de Mallorca, municipio de Calvià, España, donde un niño de apenas tres años cayó accidentalmente dentro de la alberca; su padre, de 37 años, se lanzó al agua para auxiliarlo, sin importarle que no sabía nadar.
Para infortunio de la familia, el hombre no pudo hacer nada y se ahogó intentando salvar a su hijo. Uno de los vecinos relató a medios locales que vio desde su casa los dos cuerpos flotando en el agua, de inmediato llamaron a emergencias y corrieron a auxiliarlos.
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El padre de familia murió en el lugar de los hechos, mientras que el menor fue llevado a un centro asistencial donde luego de realizarle maniobras para salvar su vida, fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos pediátricos (UCI), donde su estado era grave.
Lastimosamente, después de algunas horas de luchar por su vida, el niño falleció debido a los problemas ocasionados por el ahogamiento. Su familia, de origen indio, dejó unas amargas y tristes escenas de dolor en el lugar de los hechos. Finalmente, el cadáver del padre de familia fue trasladado hasta el hospital de referencia de las Islas Baleares.