Son varios los detalles que se han revelado frente a la vida privada de John Poulos y su aparente fijación hacia las modelos webcam a quienes, según algunos testimonios, contactaría para encuentros virtuales y a algunas les enviaría dinero a cambio de placer.
Entre lo más reciente sobre el presunto asesino de Valentina Trespalacios, se conoció un testimonio en el que una modelo webcam asegura que conoció virtualmente al estadounidense y que este, además de ser apasionado por dichos contenidos, también le habría mostrado comportamientos extraños y posesivos.
La mujer, cuya identidad está bajo reserva en poder de los investigadores del caso, dio una declaración en la que indica que Poulos maneja un apodo en el mundo de las webcam; pues, según la versión, se hace llamar 'El señor de la magia'.
Dicho testimonio fue publicado por El Tiempo que asegura que conoció la declaración y que la mujer agrega que el estadounidense le enviaba sumas de dinero bajo este nombre de 'El señor de la magia'.
Publicidad
Este seudónimo presuntamente utilizado por Poulos en el mundo webcam es objeto de indagación por parte de las autoridades para determinar si en realidad el señalado asesino de la Dj de 21 años utilizaba ese nombre clave para moverse en este mundo para adultos.
Más allá de l sobrenombre que utilizaría el extranjero para consumir contenidos webcam los investigadores analizan un dato llamativo que surgió de la declaración de la joven que asegura que Poulos le hizo un comentario que la dejó desconcertada y que luego la dejó de buscar.
Publicidad
Según el comentario raro del que habla la mujer, un día John Poulos le puso un ejemplo de qué haría ella o cómo reaccionaría si él le llegara de sorpresa a un bar en la que ella se encuentre: "que si yo le hablaría y yo le respondí que no le hablaría, ante lo que él (John Poulos respondió: 'Razón suficiente que alguno de los dos muera, yo de celos, quizá'".
La mujer dice en su declaración que esa respuesta la tomó por sorpresa y que el hombre nunca más le volvió a escribir; sobre sus encuentros asegura que nunca estuvo en una sala virtual a solas con el ahora capturado pero insiste en que el hombre " pagaba minuto a minuto más de 5 y 6 horas para consumir estos contenidos ".
“Era muy consumidor de páginas de contenido para adulto. Entraba y pagaba minuto a minuto; él es muy fantasioso, siempre estaba contando historias... es muy extraño”, dice un aparte del testimonio.