Mamá de Lyan Hortúa, niño que vivió secuestro, publicó duras imágenes y un fuerte mensaje
La historia del niño de 11 años que fue secuestrado por disidentes de las Farc revela un drama familiar lleno de dolor, sospechas y una profunda herida que aún no sana.
El 3 de mayo comenzó una pesadilla para Angie Bonilla, madre del pequeño Lyan Hortúa, un niño de 11 años que fue secuestrado ese día por disidentes de las Farc, pertenecientes a la estructura Jaime Martínez.
Durante casi tres semanas, el país fue testigo del angustioso clamor de esta madre, quien apareció en varios medios rogando por el regreso de su hijo, entre lágrimas y palabras que conmovieron a millones de colombianos.
Tras 19 días de incertidumbre y dolor, el 21 de mayo Lyan fue finalmente liberado. Aunque en un principio se informó que los secuestradores lo habían dejado en libertad por decisión propia, posteriormente se supo que su familia pagó una alta suma de dinero para que el menor pudiera regresar a casa.
La historia no terminó con su liberación. Investigaciones posteriores revelaron que detrás del secuestro podrían existir conexiones con el narcotráfico.
Según versiones recogidas por la revista Semana, Angie Bonilla estaría vinculada con Diego Rastrojo, un poderoso narcotraficante del Valle del Cauca extraditado a Estados Unidos. Las autoridades sospechan que Bonilla habría actuado como testaferro del capo, y que el secuestro podría estar relacionado con una deuda cercana a los 37.000 millones de pesos.
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Conocida en redes sociales como ‘Barbie Vanessa’, Bonilla es una influencer con más de 142 mil seguidores en Instagram. Su perfil muestra una vida llena de lujos, viajes y escenarios exclusivos, lo que ha generado controversia debido al contraste entre esa imagen pública y la tragedia que enfrentaba su familia.
Mamá de Lyan Hortúa publicó duras imágenes
Foto: Instagram @barbievanessa_
Una de sus publicaciones, en la que aparece con un anillo de diamantes durante un crucero por el Sena, desató fuertes críticas por la desconexión con el dolor vivido por su hijo.
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Más de dos meses después de la liberación, Angie compartió en redes sociales una imagen profundamente conmovedora: un dibujo hecho por su hijo en una hoja de cuaderno, donde retrata el horror del secuestro.
En la ilustración aparecen cinco figuras pintadas de negro, dos de ellas con armas apuntando a otras dos personas dibujadas en rojo. También se observa un vehículo, que sería el mismo en el que se llevaron a Lyan.
Junto al dibujo, la madre expresó su impotencia y dolor, afirmando que solo el amor de Dios puede sanar las heridas que quedaron en el corazón de su hijo. “Como mamá quisiera tener poderes para borrar ese sufrimiento, pero no puedo.
Solo me queda esperar que Dios haga su obra en el corazón de Lyan”, escribió. El niño tituló su obra con una frase que resume su profundo mensaje: “Una imagen vale más que mil palabras”.
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