La incertidumbre rodea el caso de Sara Michel Vargas, la niña de 11 años desaparecida el pasado 25 de diciembre en Sogamoso, Boyacá. A pesar del hallazgo de restos humanos en el barrio Venecia, cerca de su vivienda, la familia mantiene la esperanza de encontrarla con vida.
Los restos encontrados están en proceso de identificación mediante exámenes de ADN, ya que su avanzado estado de descomposición impidió el reconocimiento visual.
La discusión en la familia de Sara Michel Vargas; un detonante
La noche de Navidad, tras regresar de una celebración familiar en Firavitoba, la tranquilidad se rompió por una acalorada discusión en casa de Sara. Según declaraciones de sus padres y hermana mayor, sí hubo una discusión la que, al parecer, involucraba a la familia paterna y esto habría afectado profundamente a la menor.
Sin embargo, los testimonios de sus familiares sobre lo ocurrido esa noche presentan varias contradicciones. Leidy Vega, madre de Sara, afirmó que la discusión fue entre miembros de la familia de su esposo y que, durante el caos, vio a la niña salir por el portón. “Cuando fui a buscarla, ya no estaba” , relató.
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Por su parte, Víctor Alfonso Vargas, padre de la niña, negó haber tenido un enfrentamiento directo con Sara : “Ni la regañé ese día para nada. No sé por qué se fue”.
Sara Michel Vargas habría hecho una confesión
Mayerly Vega, hermana mayor de Sara, ofreció un detalle crucial: en medio de la discusión, la menor habría confesado algo que no fue bien recibido por sus padres. Según Mayerly, esta reacción negativa fue lo que llevó a Sara a abandonar el hogar. La hermana mayor mencionó que trató de buscarla pocos minutos después de que saliera, pero ya era demasiado tarde.
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“No éramos muy unidas por la diferencia de edad, pero nos queríamos. Sara era incondicional conmigo y adoraba a mi hijo. Fue como una hija para mí porque ayudé a criarla” , expresó Mayerly al recordar a su hermana.
De acuerdo con Mayerly, Sara tenía una relación distante con su padre debido a sus largas jornadas laborales. Por otro lado, pasaba más tiempo con su madre, ayudándola en las tareas del hogar y en la finca. A pesar de esto, nunca había mostrado comportamientos impulsivos que sugirieran que pudiera salir de casa en un arrebato.
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Las autoridades continúan investigando, y los resultados del ADN serán clave para esclarecer si los restos hallados corresponden a la menor. Entre tanto, la familia se aferra a la esperanza de que Sara regrese o sea hallada en algún lugar, aún con vida, aunque el tiempo y las circunstancias les jueguen en contra.
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