Se acerca el cierre del año escolar 2025 y aunque muchos están felices por conocer la fecha en que inician sus vacaciones, también es una época en la que miles de familias viven momentos de incertidumbre por los resultados finales de sus hijos; pues lastimosamente algunos alumnos llegarán con la noticia de que perdieron el año.
Sobre esta fecha los estudiantes comienzan a hacer sus cálculos para determinar notas finales y el promedio que necesitan para pasar de grado, mientras los padres se preguntan ¿qué sucederá si los resultados no son los esperados y se determina la pérdida académica? Pues aunque anteriormente la única opción era la aceptación y repetir el año, un decreto del Ministerio de Educación lanza un salvavidas para esta comunidad.
Colegios deben cumplir requisito para que un estudiante pierda el año
Se trata del decreto 1075 de 2015 que establece que ningún colegio puede declarar que un alumno perdió el año sin antes haber cumplido con ciertos requisitos legales.
Puntualmente en su artículo 2.3.3.3.3.17, el decreto establece que los colegios, públicos y privados, deben convocar a los padres o acudientes cuando un estudiante presenta bajo rendimiento académico y dejar constancia de los seguimientos realizados.
De acuerdo con esta norma, la pérdida del año solo es válida si el colegio demostró haber brindado un acompañamiento académico y haber mantenido comunicación oportuna con los padres o acudientes cuando se detectó el bajo rendimiento.
Esto significa que si la institución educativa no informó a tiempo a los acudientes sobre el bajo rendimiento y el riesgo de pérdida de año, ni ofreció estrategias de refuerzo o apoyo, ni hizo un seguimiento al proceso de acompañamiento, el estudiante no puede ser declarado repitente.
De interés:
¿Qué puedo hacer si mi hijo pierde el año?
Si el colegio toma por sorpresa a los padres de familia para anunciarles la pérdida del año del alumno y los padres de familia consideran que no hubo acompañamiento ni informes previos, aún tienen una opción de que esta decisión sea revertida y evitar repetir el grado.
Según lo que indica la entidad que regula el sistema educativo del país, los padres o acudientes pueden interponer una queja formal ante la Secretaría de Educación pidiendo la revisión formal del caso.
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Para que esta queja sea válida se deben reunir pruebas como boletines, correos electrónicos, mensajes de texto, citaciones, anotaciones en observador o cualquier documento que demuestre que el colegio omitió o no tuvo comunicación con la familia.
La institución por su parte deberá demostrar que cumplió con las etapas de acompañamiento y comunicación establecidas por el Sistema Institucional de Evaluación de los Estudiantes (SIEE), que se encarga de regular la manera en que los colegios evalúan, promueven y apoyan a los alumnos con dificultades.
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Según el Decreto 1290 de 2009, este sistema debe garantizar que la evaluación sea un seguimiento integral del aprendizaje, y no solo una acumulación de notas.
Puedes ver:
¿Qué pasa si el colegio no cumple con los requisitos?
Si el padre de familia o acudiente logra demostrar que la institución no cumplió con el debido proceso de seguimiento, reporte y acompañamiento, o incluso si la Secretaría de Educación lo establece, la entidad ordenará una reversión del fallo académico, declarando inválida la pérdida del año.
Por eso, antes de aceptar que tu hijo repita el grado, verifica que el colegio haya hecho todo lo que exige la ley. En muchos casos, cumplir con ese único requisito puede bastar para salvar el año escolar.
Y para dar mayor claridad sobre este tema el abogado Fernando Beltrán, especialista en convivencia escolar, explicó en un video publicado en TikTok que los padres tienen derecho a conocer el SIEE de cada colegio, pues allí se especifican los criterios de evaluación, las acciones de mejora y los informes periódicos sobre el progreso del estudiante.
“El SIEE no es un misterio. Como padre o alumno tienes derecho a saber cómo te evalúan, cuándo te deben informar y qué estrategias de apoyo están obligados a ofrecerte”, aclaró Beltrán.
Según cifras del Ministerio de Educación Nacional, al cierre de 2023 más de 725.000 niños y adolescentes tuvieron que repetir curso por bajo desempeño académico, lo que equivale al 8,1% del total de estudiantes matriculados. A pesar de esto, muchos casos podrían haberse evitado si las instituciones hubieran cumplido con el debido proceso establecido por la ley.