
Ley pone tatequieto a hijos vagos o 'bon briles'; se les acabó el 'hotel mamá'
Expertos legales explican el proceso de desalojo y cuándo la ley ampara a los padres que desean que sus hijos adultos, sanos y desocupados abandonen el nido.

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Para muchos jóvenes adultos, el hogar familiar es conocido popularmente como el "Hotel Mamá": un lugar de llegada con todo limpio, donde los servicios públicos están pagos y el aseo está garantizado.
Los padres que sostienen económicamente a sus hijos en la edad adulta deben saber que esta obligación, por ley, no es infinita.
Puedes leer: Sale a la luz si hijos tienen que darle cuota de vejez a padres que los abandonaron
En Colombia existe, de hecho, una ley que permite a los padres solicitar legalmente a sus hijos que abandonen la casa.
La abogada Andrea Rodríguez, quien compartió detalles cruciales de esta legislación en El Klub, ofreció indicadores cotidianos:
"Si usted deja los calzoncillos tirados en el baño porque sabe que alguien más los recogerá, usted es un mantenidísimo. En el ámbito económico, si usted vive en la casa y no aporta para la luz, el agua o el mercado, usted es un dependien".
Publicidad
La regla general, establecida tanto en el Código Civil como en el Código de Infancia y Adolescencia, indica que la obligación parental de proporcionar la cuota alimentaria se extiende hasta los 18 años.
Publicidad
La cuota alimentaria no solo cubre comida, sino todo lo que una persona requiere para su desarrollo integral, incluyendo educación, vivienda, vestuario, y entretenimiento.
Sin embargo, la Corte Constitucional y la Corte Suprema de Justicia han extendido este límite hasta los 25 años, pero únicamente bajo condiciones muy específicas:
Es fundamental entender que esta extensión a los 25 años es una eventualidad definida por la jurisprudencia, no una obligación legal automática.
Puedes leer: Ley revela cuál hijo debe responder por la cuota alimentaria de los papás: ¿el mayor o el menor?
La abogada Rodríguez aclaró que si un joven tiene, por ejemplo, 19 años y no estudia ni tiene ninguna discapacidad, no existe una razón legal que justifique su permanencia en la vivienda de sus padres.
Publicidad
En este caso, si el hijo "gasta oxígeno" sin contribuir ni buscar medios propios de subsistencia, los padres pueden iniciar un proceso de desalojo.
Publicidad
Este proceso se basa en que, al ser los padres dueños del inmueble (con título y escrituras), el hijo adulto desocupado no tiene un derecho o título legal (como sí lo tendría un contrato de arrendamiento) para continuar habitando la propiedad.
Si el joven es un "vago" que pasa la vida en el billar y tiene más de 25 años, el padre está legalmente habilitado para decirle que se vaya.
El escenario se agrava si el hijo, además de no estudiar ni trabajar, genera hostilidad, amarga la convivencia o es conflictivo. En casos de maltrato a padres o abuelos, se podría estar en presencia de un delito tipificado como violencia intrafamiliar.
Mira la entrevista completa aquí:
Publicidad