Colombia se encuentra al borde de una transformación significativa en su estructura socioeconómica. El actual sistema de clasificación por estratos sociales, que va del 1 al 6, es una herramienta utilizada por diversas entidades para organizar a la población según las características físicas de sus viviendas, su infraestructura y, en menor medida, los ingresos.
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Aunque su principal función ha sido establecer tarifas diferenciadas para los servicios públicos domiciliarios como el agua, la luz y el gas, con los estratos más altos (5 y 6) subsidiando a los más bajos, el sistema ha demostrado sus limitaciones.
Una de las críticas más contundentes al modelo vigente es que no mide con precisión la riqueza o la capacidad de pago real de las personas, sino más bien las condiciones del entorno físico y social en el que habitan.
Esta disparidad ha llevado a situaciones paradójicas: hogares con altos ingresos residiendo en estratos bajos (como el 3), recibiendo subsidios que no necesitan, mientras que familias de estratos altos pueden enfrentar dificultades económicas sin acceso a ayudas.
Ante esta realidad, el gobierno de Gustavo Petro fue enfático en la necesidad de eliminar los estratos sociales.
Aunque la iniciativa fue incluida en el Plan Nacional de Desarrollo, su avance fue más lento de lo esperado. La propuesta central es migrar hacia un Registro Universal de Ingresos (RUI) o un Registro Único Económico.
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Este nuevo sistema permitiría que las personas accedan a subsidios y programas de apoyo del Gobierno Nacional basándose en sus condiciones de vida y capacidad de ingresos real, sin importar su lugar de residencia o las características externas de su vivienda.
Se espera que esta metodología, que podría apoyarse en la información disponible del Sisbén, garantice que los subsidios lleguen verdaderamente a quienes los necesitan.
Cabe destacar que el Departamento Nacional de Planeación (DNP) es el encargado de establecer la metodología para la estratificación y no requiere aprobación del Congreso para este tipo de cambios.
¿Qué pasaría si eliminan los estratos sociales en Colombia?
La eliminación de los estratos sociales traería consigo una serie de efectos significativos para el país:
- Mayor justicia y equidad: El objetivo principal es lograr una distribución más justa y equitativa de los subsidios y programas de apoyo gubernamentales, asegurando que los recursos lleguen a los hogares que realmente los requieren. Esto significaría que un hogar en un barrio de "estrato alto" que no tenga capacidad de pago real podría ser subsidiado.
- Cambios en tarifas de servicios públicos: Se prevé una reconfiguración en los costos de los servicios públicos, ya que algunos ciudadanos que actualmente reciben subsidios podrían dejar de hacerlo, mientras que otros que no los tenían podrían empezar a recibirlos, independientemente de su ubicación geográfica.
- Influencia en el mercado inmobiliario y planificación urbana: Desde la perspectiva del mercado inmobiliario, la eliminación de los estratos podría influir en el valor de las propiedades, las regulaciones de construcción y los planes de desarrollo, generando el reto de evitar nuevas desigualdades en la planificación de las ciudades.
La idea de eliminar este sistema, que fue establecido por la Ley 142 de 1994, representa un paso importante hacia una focalización más precisa de las ayudas estatales y una mayor transparencia en la asignación de recursos. A medida que el debate continúa, Colombia se prepara para una potencial redefinición de cómo sus ciudadanos acceden a los beneficios y cómo se entiende la realidad económica de sus hogares.