
Robinho, exastro brasileño, sorprende al dirigir desde la cárcel un equipo de fútbol
Exfigura del fútbol brasileño cumple condena en Brasil y encontró en la cárcel una manera de mantenerse ligado al deporte, asumiendo un inesperado rol.

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La justicia brasileña rechazó recientemente un nuevo recurso de la defensa de Robson de Souza, conocido como Robinho, por lo que el exfutbolista continuará cumpliendo su condena de nueve años de cárcel en Brasil por un caso de abuso sexual.
El Tribunal Superior de Justicia argumentó que los alegatos presentados por sus abogados ya habían sido analizados y desestimados en varias instancias anteriores, incluyendo la Corte Suprema.
Robinho fue condenado en Italia en 2017 por participar en una violación grupal ocurrida en 2013 en una discoteca de Milán. Sin embargo, no pudo ser extraditado porque regresó a Brasil antes de la sentencia definitiva, y la Constitución del país prohíbe la entrega de nacionales.
Finalmente, en marzo del año pasado, la justicia brasileña homologó la condena italiana y ordenó su cumplimiento en territorio nacional, lo que llevó al exdelantero a la cárcel de Tremembé, en el estado de São Paulo.
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Pese a la gravedad del caso, Robinho mantiene un rol destacado dentro del penal. Según revela el libro “Tremembé: La prisión de los famosos” del periodista Ullisses Campbell, el exjugador es visto como una figura admirada entre los internos.
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Allí dirige el Tremembé Esporte Clube, el equipo de fútbol que representa a los reclusos en partidos internos. Los encuentros suelen organizarse de manera particular, enfrentando equipos divididos por el tipo de delito, como “asesinos contra violadores”, uno de ellos bajo la dirección técnica de Robinho.
Además del fútbol, el exjugador participa en diversas actividades: cuida el huerto del penal, forma parte de un club de lectura, planea un emprendimiento relacionado con apuestas deportivas y, tras capacitarse en tecnología, repara televisores y radios. Estas actividades, según Campbell, han otorgado cierto estatus a Robinho dentro de la cárcel.
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Lejos de consolidarse como la leyenda del fútbol brasileño que muchos imaginaron, Robinho enfrenta el ocaso de su carrera entre muros carcelarios. Hoy, a los 41 años, encontró en la dirección técnica una manera de mantenerse vinculado a su gran pasión.
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Para muchos reclusos, tener como entrenador a un exjugador de clubes como Real Madrid, Milan y Manchester City es visto casi como un privilegio. Campbell resume la situación en una frase que ha dado la vuelta en redes sociales: “Imagínate estar preso, te gusta el fútbol y tu entrenador es Robinho”.
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