Durante la audiencia de este jueves 6 de noviembre, la Fiscalía General de la Nación presentó los testimonios más impactantes sobre la agresión que sufrió Jaime Esteban Moreno Jaramillo, el joven estudiante de la Universidad de Los Andes que perdió la vida tras ser brutalmente golpeado a las afueras del bar Before Club, en el oriente de Bogotá.
Los relatos, entregados ante el juez de control de garantías, permitieron reconstruir con precisión cómo ocurrieron los hechos y quiénes estuvieron involucrados.
El primer testimonio fue el de una vecina que presenció parte de la escena desde el segundo piso de su casa. Ella relató que el joven estaba irreconocible por la cantidad de golpes que había recibido: “parecía tener una máscara”, dijo, al describir su rostro completamente desfigurado. También señaló que se movía con dificultad, como si no pudiera respirar, mientras un chico de blanco intentaba protegerlo de los ataques.
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Otro testigo fundamental fue Juan David, amigo cercano de la víctima, quien estuvo con él hasta los últimos momentos. Contó que ambos salieron de la discoteca sobre las 3:25 a. m. y se dirigieron hacia un Oxxo cercano cuando fueron interceptados por un hombre con el rostro pintado de rojo y negro, sin camisa y con pantalón oscuro. Sin previo aviso, el sujeto le lanzó un fuerte golpe en la nuca a Jaime Esteban, quien cayó al suelo.
Juan David intentó detener la situación, pero el atacante estaba acompañado por dos mujeres disfrazadas —una de azul y otra de negro—, quienes, según su relato, incitaban a continuar los golpes. “La chica de azul señalaba a mi amigo y decía que era él, el de la discoteca”, afirmó. Pese a los intentos del amigo por calmar la situación, el agresor lanzó una amenaza antes de retirarse por unos minutos, para luego regresar y continuar con la golpiza.
Un tercer testigo, identificado como A.I., también estaba en la zona. Confirmó que el hombre de la cara pintada golpeó por sorpresa al estudiante y que, después de hacerlo, regresó con su grupo para buscar apoyo. “Les pidió que lo animaran a seguir y la chica azul le dijo que lo hiciera, que le pegara más”, declaró. Según este testigo, comenzó a grabar lo ocurrido con su celular, aunque no se ha precisado si ese material ya reposa en manos de las autoridades.
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El ataque a Jaime Esteban fue premeditado, según la investigación
La tercera testigo, V.P., reforzó lo anterior al indicar que el grupo alentaba al atacante a continuar: “Ella decía que tenía que pegarle bien”, narró ante la Fiscalía.
“Él (el agresor) manifiesta ‘deme ánimos y yo lo hago porque yo sé que puedo acabar con ese man y yo lo hago’. Ese grupo de amigos empezó a animarlo y ahí fue que procedieron para alcanzar a la víctima”.
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Finalmente, S.V., otra vecina del sector, contó que escuchó los gritos y decidió mirar por la ventana. Desde allí observó cómo el grupo rodeaba a la víctima mientras uno de los hombres, con un disfraz que incluía orejas de conejo y un saco negro, lo empujaba al suelo. Después de eso, vio cómo el cuerpo de Jaime Esteban quedaba inmóvil sobre el pavimento, mientras los demás se dispersaban rápidamente del lugar.
Durante la exposición de los testimonios, la fiscal del caso, Claudia Lucía Rodríguez, explicó que los relatos coinciden en que hubo coordinación entre los implicados y una clara intención de continuar con la agresión. “No fue una riña improvisada, sino una acción persistente que demuestra conciencia del daño causado”, aseguró ante el juez.
Rodríguez también presentó un informe técnico de 179 páginas que incluye declaraciones, videos, registros fotográficos y peritajes médicos. En las imágenes, se evidencian las graves lesiones en el rostro y cuerpo del joven estudiante. Además, la funcionaria enfatizó que las cámaras de seguridad captaron momentos clave del ataque, donde se observa que la víctima no respondió a las agresiones ni intentó huir, sino que fue perseguida hasta quedar sin fuerzas.