
Llamadas misteriosas complican búsqueda de Valeria Afanador, niña desaparecida en Cajicá
Las autoridades revelaron cómo fueron los últimos momentos de Valeria Afanador en Cajicá antes de su desaparición; La búsqueda continúa.

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Desde el pasado 12 de agosto, la tranquilidad del municipio de Cajicá, en Cundinamarca, se vio interrumpida por la desaparición de Valeria Afanador, una niña de 10 años con síndrome de Down. La menor estudiaba en el Gimnasio Campestre Los Laureles y fue vista por última vez en las cercanías del colegio, lo que despertó una intensa operación de búsqueda que ya completa más de 500 horas.
La incertidumbre y el miedo han golpeado con fuerza a la familia de la menor, en especial a sus padres, Manuel Afanador y Luisa Cárdenas, quienes no han dejado de pedir por su pronta aparición.
La comunidad educativa y los vecinos del sector también se han unido en jornadas de oración y acompañamiento, mientras las autoridades avanzan con las labores investigativas y operativas.
El capitán Álvaro Farfán, delegado departamental de Bomberos de Cundinamarca, señaló que la búsqueda comenzó con recursos locales, pero ante la magnitud del caso fue necesario desplegar un esfuerzo de todo el departamento. Hoy participan la Policía, la Fiscalía, la Guardia Civil, el Ejército y diferentes organismos de socorro.
El testimonio más revelador indica que la niña se encontraba jugando en la cerca viva que limita el colegio con el río Frío. Esa zona boscosa, llena de lotes y fincas, ha sido recorrida minuciosamente por equipos especializados con drones, cámaras, buzos y embarcaciones, sin que hasta el momento haya una pista definitiva de su paradero.
El trabajo investigativo también se ha centrado en el análisis de videos de seguridad y entrevistas con testigos, intentando reconstruir los últimos pasos de la pequeña. Según Farfán, se han descartado varias versiones que circularon en las primeras horas, ya que muchas de ellas no correspondían a información real.
Uno de los elementos más desconcertantes de la investigación son las llamadas recibidas en las líneas de emergencia. Estas comunicaciones, que aseguran haber visto a la menor en diferentes lugares, han sido en su mayoría desmentidas, pero siguen siendo verificadas para no descartar ninguna posibilidad.
Las autoridades mantienen activa la investigación y, como medida de presión, la Gobernación de Cundinamarca aumentó la recompensa a 50 millones de pesos por información que permita ubicar a la niña. La Fiscalía y la Policía trabajan de la mano con organismos de rescate para dar respuesta a este caso que tiene en vilo al país entero.
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El capitán Farfán hizo un llamado directo a quien pueda tener información o incluso a quienes pudieran tener a la menor: “Si alguien tiene a Valeria, por favor, devuélvanosla. Es una niña pequeña, indefensa, que necesita cuidados especiales y que extraña a su familia”.
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Mientras tanto, la comunidad no pierde la esperanza de que Valeria regrese sana y salva a su hogar. Cada minuto que pasa refuerza el compromiso de las autoridades y el clamor ciudadano por esclarecer este caso que ha tocado profundamente el corazón de Colombia.
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